La guerra es ya abierta y total en Esquerra. Están en juego el modelo de partido y la conquista del liderazgo político y electoral último de ERC, que ha avanzado su congreso al mes de junio tras el descalabro del 9-M. Por ello pugnan el presidente del partido y vicepresidente del Gobierno catalán, Josep Lluís Carod-Rovira, y el secretario general republicano y ya exconsejero de Gobernación, Joan Puigcercós, que ayer comparecieron por separado ante varios medios de comunicación y pusieron en evidencia que se combate en todos los frentes.

En una entrevista en TV-3, Carod-Rovira reveló que aspira a liderar "otra Esquerra", políticamente menos "adolescente" y más "seria y estable", y criticó que Puigcercós haya dejado el Ejecutivo catalán para tomar el timón de ERC con vistas al congreso. Cónclave en el que también son contendientes los sectores críticos del partido.

ESTABILIDAD GUBERNAMENTAL Aunque los contendientes de ERC y sus socios del PSC e ICV-EUiA en el Gobierno autonómico repiten sin cesar que la pugna no afectará a la estabilidad del tripartito, lo cierto es que se combate peligrosamente también en terreno gubernamental y parlamentario. Lo demuestra que Carod cargara contra Puigcercós por dimitir sin consultarlo antes con él y avisando antes al presidente catalán, José Montilla, que a la ejecutiva de ERC.

En terreno gubernamental se libró también la insólita rueda de prensa de despedida de Puigcercós, a la que asistieron (y aplaudieron) una treintena de cargos de su consejería. Puigcercós no quiso responder a Carod, pero admitió que no le consultó su dimisión y que la comunicó primero a Montilla, "que ha entendido perfectamente el alcance de la decisión".

El dirigente republicano justificó su decisión de dejar el Ejecutivo con el mismo argumento que a finales del 2006 usó para explicar su entrada en el tripartito como hombre fuerte de ERC: "Para estabilizar el Gobierno". Públicamente dijo que lo único que ha cambiado en poco más de un año es la debacle electoral de ERC el 9-M. Obvió la pugna con Carod, que este sí reconoció delante de las cámaras de TV-3.

Tras la marcha de Joan Ridao al Congreso, Puigcercós asumirá la vacante plaza de presidente del grupo de ERC en el Parlamento catalán, que en la legislatura pasada ocupó Carod tras salir del Gobierno. PSC e ICV-EUiA temen que ello derive en una oposición encubierta que afecte al tripartito.