Son 1.200.000 los españoles residentes en el exterior inscritos en el Censo Electoral de Residentes Ausentes, una cifra que supera a la de la población de muchas provincias españolas. De ellos, más de 400.000 participaron en las elecciones del domingo y su voto ha condicionado el reparto final de escaños en diferentes provincias. Esta situación podrá cambiar dentro de cuatro años, si el PSOE cumple su promesa, la de crear una circunscripción para el voto de los emigrantes y tener sus propios representantes en el Congreso.

La actual normativa permite numerosas variantes: desde figurar en el censo de la localidad de origen, la que fue su última residencia en España o en la población en la que tiene más arraigo. Los nacidos en el extranjero pueden escoger las mismas opciones, vinculadas con el origen de sus antecesores.