El PSOE emprende hoy, con CiU y el PNV, las negociaciones formales con las distintas fuerzas políticas para garantizar la estabilidad del Gobierno en la próxima legislatura. Los socialistas están abiertos a un diálogo "sin límites ni condiciones previas" con el ánimo de abrir una "nueva etapa" marcada por "el entendimiento y búsqueda de consenso", en palabras del que será su representante en las conversaciones, el secretario de organización del partido, José Blanco.

Blanco compareció ante la prensa tras la reunión de la comisión ejecutiva del PSOE que, con José Luis Rodríguez Zapatero a la cabeza, dedicó la sesión a aprobar la lista de candidatos a las mesas del Congreso de los Diputados y el Senado, así como los equipos dirigentes del grupo socialista en ambas cámaras.

El secretario de organización comenzará los contactos con Josep Antoni Duran, de CiU, y Josu Erkoreka, del PNV. El miércoles, tras un encuentro del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso, continuará la ronda con el BNG y ERC. El número dos de los socialistas aseguró que también hablará con el PP, al que reclamará que ceda una de sus cuotas en la Mesa del Congreso y del Senado a un grupo minoritario, como pretende hacer el PSOE con el fin de reflejar la "pluralidad" del Parlamento.

RETO AL PP Blanco se mostró escéptico sobre un acuerdo con el principal partido de la oposición. Es más, aprovechó para lanzar una pulla a Mariano Rajoy, a quien retó a "hacer honor a la palabra dada" y abstenerse en la investidura de Zapatero, en alusión al anuncio del líder del PP de que, si ganaba las elecciones, haría una petición al PSOE en igual sentido.

Según el secretario de organización, las negociaciones girarán primordialmente en torno a la comisión de las Mesas del Congreso y el Senado, aunque será inevitable condicionar esos acuerdos a otros de más largo alcance. Blanco eludió desvelar sus cartas negociadoras, aunque dejó claro que se hablará de la estabilidad del Gobierno de Zapatero y no "de lo que pase en Cataluña y el País Vasco".

Con respecto a las designaciones --cuya presentación delegó Zapatero en Blanco--, José Bono será propuesto para la presidencia del Congreso en la sesión inaugural prevista para el 1 de abril. También se confirmó que el ministro de Defensa en funciones, José Antonio Alonso, persona de la confianza absoluta de Zapatero, sucederá a Diego López Garrido como portavoz en la Cámara baja en una legislatura que exigirá buena cintura negociadora. La designación de Alonso le obligará a compatibilizar durante unos 12 días --desde la constitución del Congreso hasta la formación del Gobierno-- su cargo ministerial con el de portavoz. Los estatutos del PSOE prohíben esta duplicidad, pero la norma está concebida para casos "prolongados en el tiempo".

Los socialistas catalanes conservan sus cuotas. Teresa Cunillera será propuesta como vicepresidenta de la Cámara. También expresaron satisfacción los socialistas vascos: Ramón Jáuregui será el secretario general del grupo socialista en el Congreso y Javier Rojo repetirá, si consigue los respaldos necesarios, como presidente del Senado. La portavoz en esa Cámara será la gallega María del Carmen Silva.