El Gobierno catalán aprobó ayer un proyecto de ley, pionero en España, cuya finalidad es promover la señalización y dignificación de las fosas comunes de la guerra civil y del franquismo para que no caigan en el olvido, y que delimita las exhumaciones a casos con "indicios" o "pruebas documentales". El consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, explicó ayer que actualmente están localizadas 179 fosas comunes en Cataluña, más de un centenar de las cuales están situadas en cementerios municipales.

La gran mayoría de fosas reúnen los restos de soldados que murieron durante la guerra, y se calcula que solo "entre 10 y 15" corresponden a civiles fusilados. El proyecto de ley pretende reconocer la dignidad de las personas desaparecidas durante la guerra civil y la dictadura, por la represión de uno u otro bando. Asimismo, el proyecto, que deberá aprobar el Parlamento catalán después del verano, pretende garantizar el derecho de los familiares a obtener información sobre el destino de sus parientes y a la recuperación de sus restos.

Solo se prevé abrir una fosa si lo piden los familiares o una institución sin afán de lucro dedicada a la recuperación de la memoria histórica. La petición debe contar con pruebas documentales.