México y España deben mantener y potenciar sus relaciones económicas y aprovechar la buena relación política entre los dos gobiernos. Con este mensaje, el presidente mexicano, Felipe Calderón, animó a las empresas españolas a seguir invirtiendo en su país, después de la entrevista que mantuvo con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero.

España se ha convertido en el segundo socio comercial más importante de México, una cuestión de gran relevancia en una coyuntura internacional más favorable a los países emergentes. Ambos países han firmado, además, un acuerdo en el que se incentiva y "ordena" la llegada de trabajadores mexicanos de alta cualificación.

Fue Calderón, tras su reunión con su homólogo español, quien destacó que se trata de "un mecanismo ordenado, respetuoso con la legislación española y que garantiza la protección de los derechos humanos, sociales y laborales" para posibilitar la llegada de trabajadores mexicanos cualificados que los empleadores españoles puedan solicitar.

Pero el presidente mexicano insistió en su deseo de que empresas españolas se puedan interesar en su proyecto de apertura petrolera, que busca la participación privada en la empresa Pemex (Petróleos Mexicanos). Calderón confió en superar el bloqueo impuesto por el Congreso mexicano a su plan estratégico.

APOYO A CUBA Tanto el mandatario mexicano como el español coincidieron en iniciar pasos que contribuyan a otro desbloqueo, el de Cuba, por parte de la Unión Europea y de Estados Unidos. Calderón consideró que esos avances deben llegar también del Gobierno cubano para que "ensanche los caminos de la vida pública y de la democracia".

Más expresivo, Zapatero confió en que las relaciones con Cuba dependerán también del próximo presidente de Estados Unidos. Destacó que el candidato demócrata, Barack Obama, "ha aportado algunos matices" que pueden suponer un cambio en las relaciones con la isla.