Enfado mayúsculo. Eso es lo que tenían ayer los socialistas vascos con su correligionario y presidente de la Comisión Constitucional del Congreso, Alfonso Guerra, que el jueves sugirió la posibilidad de aplicar el artículo 155 de la Constitución, en el que se contempla suspender la autonomía de una comunidad, en caso de que Juan José Ibarretxe siga adelante con su consulta.

"Guerra no representa al PSE", advirtió rotundo el secretario general del partido, Patxi López, sin ocultar su disgusto por la irrupción del exvicepresidente del Gobierno en el debate sobre la iniciativa del lendakari. De hecho, los socialistas vascos llevan meses intentado fraguar un discurso templado contra la consulta que no genere división en la sociedad. Aunque rechazan la propuesta, han pretendido evitar calificativos gruesos hacia Ibarretxe que contribuyan al "victimismo" del lendakari.

QUEJAS DEL TRIPARTITO La cúpula del PSE está persuadida de que tras los excelentes resultados del 9-M, que le convirtieron en la primera fuerza en Euskadi, todas las actuaciones deben incidir en la proyección del partido como fuerza centrada y alternativa de Gobierno.

López es el candidato a lendakari y su discurso gira en torno a la defensa del diálogo, el acuerdo y la convivencia. Por eso, en la dirección del PSE se cree que declaraciones como las de Guerra, que evocan las de Fraga ante el primer plan Ibarretxe, hacen un flaco favor al PSE y dan argumentos a sus adversarios.

Ayer mismo, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, acusó a los socialistas de estar obsesionados con lograr que los nacionalistas "muerdan el polvo" y aludió al "aviso" dado por Guerra pidiéndoles que "se aclaren". También el peneuvista Joseba Egibar alertó de que algo "grave" puede ocurrir si se consuma la amenaza del "cepillador de estatutos", recordando que Guerra se felicitó en su día de haber cepillado el Estatut en el Congreso.

El portavoz de Ezker Batua (EB), Mikel Arana, reclamó la dimisión del diputado del PSOE por su "intolerancia". Además, emplazó a López y a José Luis Rodríguez Zapatero a que desautoricen el mensaje "reaccionario y fascista" de Guerra.