La segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero no será distinta a la de sus predecesores en el cargo. El presidente del Gobierno desea volcarse en la política exterior, como hicieron Felipe González y José María Aznar, aunque con la voluntad de extender su mismo discurso político, basado en la multilateralidad y el diálogo para resolver los conflictos de intereses. Pero Zapatero desea algunos cambios.

Aseguró ayer, en una conferencia organizada por el Real Instituto Elcano, que la tarea prioritaria de la presidencia española de la UE, en el primer semestre del 2010, será impulsar "las relaciones transatlánticas", con la premisa de que hay "demasiadas cosas en común para renunciar a ellas". Desde las inversiones y el comercio con Estados Unidos hasta la lengua española, ya que EEUU "se convierte rápidamente en el primer país de habla hispana".

Zapatero aseguró que EEUU seguirá siendo la mayor potencia económica, militar y cultural. Y abogó por colaborar con los norteamericanos, desde la UE, para "contribuir al multilateralismo eficaz en el que Washington tenga un papel central". Para el presidente, la visión de EEUU también variará, con el objeto de buscar aliados, ya sea con una Administración del republicano John McCain o del demócrata Barack Obama. Como primer paso, apostó por dialogar "desde la firmeza" con Irán.

SOLIDARIDAD Y JUSTICIA Y con esa misma "firmeza", aseguró que trabajará para que la Unión Europea no frene sus aspiraciones de una mayor integración, aunque no precisó la fórmula, a pesar del rechazo irlandés al Tratado de Lisboa. Zapatero se mostró respetuoso con la decisión de Irlanda, pero recordó que se debe respetar "la decisión de la mayoría de los europeos, que quieren más Europa".

Presentado por el exsecretario general de la ONU, Kofi Annan, el presidente del Gobierno fue fiel a su proyecto político: "Creo en una política exterior con la que el nombre de España sea sinónimo de solidaridad y de justicia". Pero dejó muy claro que desea un vuelco en la diplomacia española para que esté al servicio de las empresas españolas.

Consideró que, en un momento de dificultad económica, "es obligado aprovechar todas las oportunidades, también en el exterior". Ante un foro repleto de diplomáticos y de empresarios, el presidente anunció que dedicará tres giras a África y otras tres a Asia, con el objetivo de contribuir a la solidaridad y establecer vías de negocio.