El consejero delegado de Sidenor, José Antonio Jainaga, ha quedado en libertad después de declarar ante la Guardia Civil, que le había detenido horas antes en Bilbao en relación con el pago del llamado "impuesto revolucionario", han confirmado a Efe fuentes del grupo siderúrgico vasco. El arresto de Jainaga se produjo después de que el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón firmara ayer una orden de entrada y registro de su domicilio en la capital vizcaína en el marco de la causa en la que investiga la trama de extorsión de ETA, han informado fuentes jurídicas.

Una vez practicado el registro, y a la vista de lo encontrado en el mismo, los agentes han comunicado al magistrado que iban a proceder a la detención del responsable de Sidenor mientras analizaban la documentación intervenida. Se trataba, en cualquier caso, de una detención policial y no estaba previsto que Jainaga llegara a pasar en ningún momento a disposición judicial. El arresto, según las fuentes consultadas, está relacionado con la documentación intervenida al considerado máximo dirigente del aparato político de ETA, Francisco Javier López Peña, "Thierry", detenido en la localidad vascofrancesa de Burdeos el pasado 20 de mayo.

Ya el pasado 12 de junio, y a raíz también del análisis de los documentos intervenidos en esa operación policial, Garzón ordenó el ingreso en prisión incondicional de dos hermanas empresarias detenidas el día anterior en Orio (Guipúzcoa), María Isabel y Blanca Rosa Bruño Azpiroz, a las que acusó de colaborar con ETA y de haber pagado 6.000 euros de forma voluntaria a la banda. En el auto de prisión, el juez consideró que las dos hermanas están muy próximas ideológicamente a ETA y que tenían "la vía abierta" para seguir colaborando con la banda terrorista.

El magistrado llegó a esa conclusión al contar con una carta de agradecimiento de la banda remitida a las empresarias por efectuar un pago de 6.000 euros -realizado entre 2003 y 2008-, y que fue hallada en la documentación intervenida a raíz del arresto de "Thierry". En la carta, la organización les agradecía la aportación realizada "por la libertad de Euskal Herria" y les animaba, apelando a su "patriotismo", a que "en el futuro sigan realizando aportaciones económicas al proceso de liberación, con el convencimiento de que tienen la vía para ponerse en contacto con la organización".

Hasta la detención hoy del consejero delegado de Sidenor, la única gran empresa que había aparecido en la investigación desarrollada por Garzón sobre la trama de extorsión de ETA era Azkoyen, varios ex directivos de la cual llegaron a ser imputados por el pago a ETA de 222.374 euros en 2001.