El Gobierno, la oposición y todos los partidos, además de asociaciones de víctimas y empresarios, condenaron los atentados de ETA y se mostraron convencidos de que el destino final de los terroristas es la cárcel. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó su "repulsa y desprecio" por las acciones y afirmó que el Estado "no retrocederá ni un milímetro" ante la banda. José Blanco hizo un llamamiento "para trabajar conjuntamente con todas las fuerzas políticas y las fuerzas de seguridad, y acabar con ETA".

El líder del PP, Mariano Rajoy, aseguró que va a estar "detrás del Gobierno" para derrotar a ETA. "Los experimentos y la negociación solo sirven para retrasar su final", añadió. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha asegurado que los terroristas serán derrotados "con la aplicación rigurosa y firme de las leyes".