Juan José Ibarretxe advirtió ayer a ETA de que no puede "parar un país" como Euskadi, "con tanta ilusión por construir su futuro", porque está "a años luz por detrás" de la "vitalidad" de la sociedad vasca. Anunció, además, que no está dispuesto a renunciar a la política "para conseguir la paz". Ibarretxe mostró su "asco" por la acción terrorista y resaltó que cada bomba "revienta cualquier posibilidad de proceso dialogante".

El lendakari consideró "inaceptables" las palabras del presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, que acusaba al PNV de "alimentar a ETA" con su ambigüedad. El presidente peneuvista, Iñigo Urkullu, añadió que espera que los cántabros no secunden las palabras de su presidente y tengan en cuenta "el compromiso ético del PNV". Además, negó que el atentado deba relacionarse como una respuesta a la decisión del Tribunal Supremo de ilegalizar a ANV y EHAK.

La izquierda aberzale manifestó que tanto las "acciones armadas" de ETA como las últimas decisiones judiciales contra su entorno muestran "la crudeza del conflicto", y avisó de que "toda expresión violenta" acabará cuando se supere el marco constitucional y se permita a los vascos decidir.