Miles de policías y guardias civiles, 25.000 según los organizadores y 7.000 según el Ministerio del Interior, se manifestaron ayer en Madrid para exigir la equiparación salarial con policías autonómicas como los Mossos y denunciar las "coacciones" del Gobierno para impedir su movilización.

Interior sostiene que los guardias civiles no pueden participar en un acto sindical. Por ello, les ha advertido de que su asistencia puede acarrearles una falta grave o la expulsión del cuerpo. Sin embargo, los organizadores consideran que, a título particular, sí que pueden asistir y acusan al ministerio de, con artes "mafiosas", pretender pisotear sus derechos. Por ello, Alfredo Pérez Rubalcaba, se convirtió en el principal blanco de la protesta y los manifestantes exigieron su dimisión. La Asociación de Oficiales, que agrupa a mandos de la Guardia Civil, incluso anunció la presentación de una querella contra los responsables del Interior por coacciones.

Los guardias civiles, lejos de amedrentarse, se manifestaron a cara descubierta y con pegatinas de las diferentes asociaciones. Y al menos seis de sus dirigentes encabezaron la protesta e hicieron declaraciones sin esconder su nombre, pese a que advirtieron la presencia de agentes del servicio de información de la Guardia Civil y del CNI con el fin de documentar su presencia. Los sindicatos aseguraron que, si se abren expedientes, prestarán su maquinaria jurídica a los denunciados y anunciaron que convocarán nuevas protestas.

LA DIFERENCIA Las federaciones europeas de policías y los principales sindicatos de Mossos y Ertzaintza apoyaron la marcha. La vicepresidenta de la Confederación de Policía Europea denunció que Interior ha "vulnerando sus derechos", mientras un representante sindical de los Mossos se mostró de acuerdo con el lema de "a igual trabajo, igual salario". Según los policías, un agente de la policía catalana de la escala básica cobra 10.000 euros más al año. Interior, por su parte, destaca el esfuerzo presupuestario que se ha hecho en los últimos cuatro años en los que las retribuciones han subido el 10,5% más que la media del resto de funcionarios.