Mariano Rajoy formalizó ayer su separación de Unión del Pueblo Navarro (UPN), no el divorcio definitivo. Tras confirmarse que uno de los dos diputados navarros integrados en el Grupo Popular del Congreso no votó la enmienda del PP a la totalidad de los presupuestos, Rajoy emitió un comunicado anunciando la "suspensión" de relaciones entre ambos partidos. Pero el líder conservador está convencido que el problema no es UPN, sino su responsable, Miguel Sanz, con quien mantuvo conversaciones hasta la noche del martes buscando soluciones que no llegaron. Ahora, Rajoy confía en que la designación del sucesor de Sanz --prevista para la próxima primavera-- devuelva las aguas del pacto al cauce de colaboración que, desde hace 17 años, mantenían.

Con esa hipótesis, el presidente de los populares aclaró ayer que su posición de distanciamiento temporal atañe, exclusivamente, "a la actual dirección" de UPN. "El PP lamenta profundamente las decisiones adoptadas por los órganos de Unión del Pueblo Navarro, a propuesta de su presidente Miguel Sanz. Suponen una ruptura unilateral de los acuerdos suscritos por UPN y el PP en 1991. Y, en consecuencia, el PP suspende sus relaciones con la actual dirección de UPN", enfatiza el comunicado.

La decisión de "suspender relaciones" el día de la votación de presupuestos estaba tomada desde hacía tiempo. La del navarro Santiago Cervera de romper la disciplina de voto impuesta por UPN --la abstención-- también. "La ruptura con el PP no puede hacerse con una política de hechos consumados ni por una puerta trasera", declaró ayer. Sanz ya le ha abierto expediente disciplinario y amaga con exigirle que devuelva el escaño.

Los populares, sin embargo, agradecen a Cervera el gesto. Y matizan que no expulsarán del grupo parlamentario al otro diputado foralista, Carlos Salvador, que sí se abstuvo. Aunque sí será sancionado. "El pacto debe continuar, tal vez reformulado, porque ha habido fricciones", agregó Salvador. ¿Pero quién incumplió realmente el pacto PP-UPN? Según Rajoy, el responsable es Sanz, por no acatar la consigna de votar en Madrid lo que señalen los populares.

Bajo el punto de vista del presidente navarro, la culpa es de Rajoy, por no asumir que la citada cláusula tiene una excepción: que esté en juego el interés de Navarra. Y, a su juicio, ahora lo está, dado que su abstención le valdrá el apoyo de los socialistas a sus presupuestos regionales.

CREAR MARCA Queda por ver qué hacen los senadores de UPN --María Caballero, José Cruz Pérez y José Ignacio Palacios-- cuando los presupuestos lleguen a la Cámara alta. Ellos podrán decidir con mayor conocimiento de causa que sus compañeros del Congreso, ya que su partido explicará el próximo lunes qué medidas adopta respecto a Cervera por no seguir la línea oficial. Los populares esperan que, además, especifiquen qué quieren hacer en el futuro.

"Les corresponde manifestar su voluntad inequívoca sobre la continuidad del pacto, así como ofrecer garantías para su pleno cumplimiento", recalcan. Y avisan de que, si no llegan esas garantías, el PP se instalará en Navarra aunque divida el voto conservador. No obstante, el entorno de Rajoy admite que "cuesta tan poco crear una marca como retirarla". El PP tiene puestas sus esperanzas en el sucesor de Sanz, que podría ser, tras el próximo congreso de UPN, Yolanda Barcina, alcaldesa de Pamplona y partidaria del acuerdo con matices. Aunque Cervera no descarta presentarse.