Multitud de actos pero ninguno unitario. En unos faltaban las víctimas. En otros, los políticos. Y en todos predominaban los reproches de las asociaciones de afectados por el "olvido institucional". Mientras tanto, el PP y el PSOE se acusaban mutuamente de abandonar a las víctimas. En medio de esta bronca, y con la teoría de la conspiración todavía flotando en el ambiente, se conmemoró ayer en Madrid el quinto aniversario del mayor atentado de Europa.

"Es una vergüenza que los partidos, una vez más, hayan antepuesto sus intereses a estar unidos en apoyo a las víctimas". Esta queja de la vicepresidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, que perdió una hija en el 11-M, representa la opinión expresada por todos los colectivos de víctimas.

MÚLTIPLES ESCENARIOS Sus reproches están motivados en que esta vez el Ayuntamiento de Madrid no ha organizado un acto unitario con presencia de todas las instituciones, incluida la Casa Real. Por eso ayer la celebración se repartió en múltiples escenarios con presencias, pero sobre todo ausencias sonadas.

Así, los socialistas madrileños decidieron comenzar justamente ayer su boicot a la presidenta regional, Esperanza Aguirre, por ordenar el cierre precipitado de la comisión sobre espionaje a diversos cargos del PP. Por tanto, no le acompañaron a la hora de colocar una corona de laurel frente a la sede del Ejecutivo autonómico.

Posteriormente, Aguirre acusó al PSM de haber hecho un "feo" a las víctimas por no asistir a este homenaje. Y su número tres, dentro de la propia comisión, aseguró que los socialistas "están pervirtiendo aquello para lo que fueron elegidos".

También la dirección del PP quiso aprovecharse de la situación. La secretaria general, María Dolores de Cospedal, juzgó de "mezquino" el comportamiento de su principal rival. No obstante, los socialistas no se quedaron atrás a la hora de descalificar al PP madrileño. El líder del PSM, Tomás Gómez, aseguró que su corazón está con las víctimas y sus familiares, pero justificó su ausencia "solamente en uno de los actos" ante la "falta de respeto institucional" de Aguirre al dar carpetazo a la comisión.

OCASIÓN DE ACUSAR Paradójicamente, reprochó al PP no haber suspendido dicha investigación en un día que debería servir en exclusiva para conmemorar el 11-M, pero no perdió la ocasión de acusar a la presidenta regional de creer que "Madrid es su chiringuito". Además, mezcló el cierre de la comisión con el "estrangulamiento económico" al que la Comunidad somete a la asociación que representa a más víctimas del 11-M. La presidenta de esta asociación, Pilar Manjón, también tuvo reproches para el "olvido institucional", pero además lanzó sus dardos contra los instigadores de la teoría de la conspiración, que han aprovechado el aniversario para volver a poner en duda el trabajo de la policía y la justicia desde algunas publicaciones.