La Gendarmería francesa mantiene abierto el amplio dispositivo de búsqueda de los dos presuntos miembros de ETA que el sábado huyeron de una gasolinera sin pagar en el centro de Francia.

Las fuerzas de seguridad francesas encontraron documentación en euskera en el coche, con matrículas falsas, que abandonaron los sospechosos después de sufrir un accidente. La alerta sigue vigente en el departamento de Nièvre y en las zonas colindantes. Una vez que los fugados lograron burlar el sábado un doble cerco policial, integrado por más de 250 agentes, apoyados por unidades caninas y helicópteros, los esfuerzos se desplazaron a las carreteras, donde se les intenta localizar ahora.

Una de los hipótesis que manejan los investigadores es que los presuntos etarras eludieron el cerco a pie el domingo y posteriormente robaron dos vehículos, en los que huyeron en dirección a París. La detección de los sospechosos se produjo el sábado, cuando dejaron sin pagar ocho euros de gasolina en una estación de servicio en el centro de Francia. Se inició entonces una persecución en la que los sospechosos efectuaron un disparo al aire.

La búsqueda de los presuntos miembros de ETA se produce una semana después de que una operación policial conjunta entre España y Francia diera como resultado la detención de otros tres presuntos etarras, entre ellos Jurdan Martitegi, el considerado jefe militar de la banda. Tanto Martitegi como los otros dos detenidos, Alexander Uriarte y Gorka Azpitarte, fueron enviados el jueves a prisión provisional.