Dicho y hecho. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ya anunció el miércoles que la detención de los responsables del aparato de logística de ETA iba a aportar novedades. Y ayer, solo un día después, la policía francesa y la española localizaron dos zulos en Francia que han permitido aprehender decenas de bombas lapa. ETA ha usado este material en los atentados que costaron la vida al policía Eduardo Puelles y a dos agentes de la Guardia Civil en el municipio mallorquín de Calvià.

Fuentes de la investigación valoraron positivamente el hallazgo de estos escondites. Sobre todo celebraron que la organización terrorista haya perdido el abundante material electrónico que ha sido incautado en Camplong. En esta localidad francesa, la policía aprehendió dos bidones que estaban llenos de material electrónico para fabricar bombas lapa como diodos, lámparas test, pilas de botón, cajas de plástico para contener las cargas explosivas, transformadores, antenas, bombillas, circuitos impresos y placas vírgenes.

Además, los agentes encontraron en este escondite dos revólveres, 2.600 cartuchos, 450 metros de cordón detonante, 83 detonadores artesanales y 10 kilos de nitrato amónico, que es el material que utiliza ETA desde que rompió la tregua en el 2007. Asimismo, las fuerzas de seguridad encontraron una bomba lapa que ya estaba montada a falta del explosivo, libros de electrónica, material de montaña y una gorra y una cazadora de gendarme francés. En el otro zulo, ubicado en Helette, la policía localizó herramientas para fabricar bombas y documentación perteneciente a la banda terrorista. Los agentes esperan obtener más información a raíz del análisis de estos documentos.

Estos hallazgos se suman a los 112 kilos de explosivos que fueron encontrados en otro escondite el miércoles, cerca de la frontera española, tras la detención de Aitzol Etxaburu, el jefe del grupo responsable de la logística de la banda, Alberto Machaín y Andoni Sarasola en una estación de esquí de los alpes franceses. Además, los terroristas tenían 20 fiambreras para fabricar explosivos y 42 detonadores industriales. Estos arrestos han permitido desmantelar el aparato de explosivos de ETA, que se reorganizó el pasado julio tras la detención, también en Francia, de los anteriores responsables.