Queda ya poco tiempo para que se inicie el curso parlamentario después de un verano protagonizado por la crispación política entre los dos principales partidos del país. Y ante la perspectiva de que el rifirrafe entre populares y socialistas pueda ir a más y el clima en el Congreso de los Diputados se haga irrespirable, el presidente de la Cámara, el socialista José Bono, decidió ayer tomar la iniciativa y lanzar un llamamiento al orden. "Los ciudadanos creen que el mejor modo de que España progrese es desde el entendimiento. El peso de España es más importante que el PSOE y el PP juntos", sentenció desde Salobre (Albacete), su tierra, donde invitó a comer a los miembros de la Asociación de Periodistas Parlamentarios.

Con la denuncia sobre escuchas ilegales a dirigentes del PP de fondo, Bono recordó sus tiempos como ministro de Defensa --y, por tanto, responsable del CNI-- para aportar su granito de arena al debate. "En España no se escucha ilícitamente a nadie. Todas las escuchas las mandan los jueces para oír a los malos, terroristas o delincuentes", sentenció. Dijo no tener "ni el indicio más remoto" de que se espíe a políticos y aseguró que el Estado de derecho funciona en España a la perfección y "no tiene nada que envidiar" a otros países de su entorno.

REUNIÓN EL DÍA 25 El próximo martes, 25 de agosto, la diputación permanente del Congreso se reunirá para debatir las peticiones del PP de que comparezcan la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, para hablar de filtraciones de sumario y pinchazos telefónicos. El PP quiere que De la Vega explique "las directrices" que se han dado desde el Gobierno para la "persecución" de dirigentes del PP.