La Secretaría de Estado de Turismo, la de Iberoamérica, el alto representante para la presidencia española de la UE, dos secretarías generales y cuatro direcciones generales del Ministerio de Exteriores dejaron ayer de existir, en la segunda reestructuración llevada a cabo este año por el Ejecutivo para reducir el déficit. El Gobierno, dijo ayer la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, ahorra "cerca de dos millones de euros" con la medida.

Cuando se ordenó la primera reducción, en abril (se eliminaron 33 altos cargos), Exteriores quedó excluido porque España ejercía la presidencia de turno de la UE. Ahora es el más afectado: las secretarías de estado de Asuntos Exteriores e Iberoamérica, por ejemplo, se funden en una sola, a cargo de Juan Pablo de Laiglesia.

La otra cartera que asume esta reestructuración es Industria, donde desaparece la Secretaría de Estado de Turismo, que se convierte en la Secretaría General de Turismo y Comercio Interior, dirigida por el anterior titular del organismo suprimido, Joan Mesquida.