El pleno del Parlamento de Cataluña sentenciará mañana que Convergència (CDC) se financió de manera irregular a través de comisiones en obras públicas. Los votos de los diputados del tripartito permitirán aprobar el dictamen de la comisión de investigación del caso Palau que concluye que la constructora Ferrovial entregó a Fèlix Millet un dinero que acabó en cuentas convergentes. La resolución de PSC, ERC e ICV no es menor, ni que sea en términos políticos, puesto que no cada día un partido pide a la fiscalía que investigue a otro.

Además, los socialistas subieron ayer el listón de la pugna con CiU al exigir que sea su presidente, Artur Mas, el que dé la cara por este caso. "Existen indicios y un relato que no nos hemos inventado, un reparto de comisiones de obra pública, en concreto un 4%", argumentó el socialista Jordi Terrades en la sesión final de la comisión.

CiU acusó a los grupos de izquierda de "difamar" a los nacionalistas cegados por sus ansias de mantenerse en el poder. "El tripartito se está muriendo y lo que está intentando con esto es flotar", dijo el diputado Jordi Turull.

El PPC y Ciutadans, por su parte, repartieron culpas.