El líder del PP, Mariano Rajoy, continúa con la estrategia de intentar blindar psicológicamente a su partido frente a la política planteada por el nuevo Ejecutivo, esa que consiste, entre otras cosas, en no dejar pasar ni una sola oportunidad para denunciar la supuesta falta de lealtad de los conservadores en la crisis. "El Gobierno del PSOE cree que la única forma de dar la vuelta a las encuestas es generando tensión y arremetiendo contra la oposición", afirmó ayer ante su militancia en un acto organizado por su partido en Linares (Jaén).

Así, el presidente de los populares se refirió al sondeo que publicó ayer El Mundo (que otorga al PP una ventaja de 12,6 puntos respecto al PSOE) y dijo que los datos son "un estímulo" para los suyos, mientras que constituyen "una preocupación" para el Ejecutivo. Además, volvió a subrayar ante sus compañeros que el PP es "la moderación". A la cúpula popular le preocupa que el PSOE consiga provocar al ala más radical de los conservadores y que esta salga a la palestra, lo que podría alejar a los votantes de centro del PP.

En Málaga, el número dos del PSOE, José Blanco, aseguró que los nacionalistas (en referencia a PNV y CC) son más patriotas que "los patriotillas de hojalata" del PP en la crisis. Y volvió a exigir a Rajoy que desautorice el machismo del alcalde de Valladolid.