Los actos de violencia de manifestantes contra políticos del miércoles ante el Parlamento catalán han profundizado las discrepancias internas en el movimiento del 15-M. Unas discusiones que abarcan desde la organización interna hasta la estrategia de futuro, pasando por el análisis de lo sucedido en el parque de la Ciutadella --en cuyo interior está el edificio que alberga el Parlament-- y la ya clásica discusión sobre qué hacer con la acampada de la plaza de Catalunya.

Es tal la división que ayer se desconvocó en el último minuto una rueda de prensa para valorar los sucesos de la Ciutadella y las valoraciones del conseller de Interior, Felip Puig, dada la imposibilidad de consensuar un discurso unificado.

La corriente mayoritaria en el 15-M es desmarcarse de las agresiones a los diputados, criticar la manipulación que, a su juicio, se ha hecho de los altercados y tratar de rehacer la imagen del movimiento, con la vista puesta en la manifestación del próximo domingo.

Respecto a la violencia, más de un indignado reconoce que fue un error convocar una acción para "parar" el Parlament. Ayer se oían opiniones favorables a haber mantenido la concentración a las puertas del parque de la Ciutadella, pero permitiendo el acceso de los diputados. "Era bastante inevitable que hubiera agresiones por el tono de la movilización en sí, que planteaba un bloqueo", reconoce Juan, uno de los veteranos de este movimiento. "Hubiera preferido que nos hubiéramos sentado en el suelo en silencio y dejando pasillos como muestra de rechazo. Pero se decidió en asamblea otra cosa. La grandeza del asamblearismo es su miseria", admite Jorge.

RELATIVIZAR LA VIOLENCIA En sus antípodas, una parte de los indignados cree que tirar pintura a un diputado no es una agresión comparado con la agresión de los recortes sociales o la, según ellos, provocación previa de los Mossos d´Esquadra. Este sector sostiene que las agresiones fueron promovidas por policías camuflados. Otros alegan que miembros del movimiento okupa fueron los que trataron de proteger a algún diputado agredido. También hay quien cree conveniente mejorar la organización y disponer un servicio de seguridad interno.