En un comunicado redactado y enviado desde su apartamento de París y difundido por la editorial Destino --el sello que ha publicado en España su panfleto ¡Indignaos!--, Stéphane Hessel condenó ayer los "graves sucesos" ocurridos el miércoles ante el Parlamento de Cataluña. El autor de la obra que ha puesto nombre a los seguidores del movimiento 15-M expresó su "más firme rechazo" a cualquier tipo de "agresión, coacción, insulto o actitud violenta empleada por grupos minoritarios, aprovechando la legítima y pacífica ola de indignación que ha recorrido las ciudades españolas desde el pasado 15 de mayo".

En su mensaje, Hessel recuerda que desde el principio ha apoyado la movilización pacífica que se ha desarrollado en España en el último mes para protestar contra la "economía deshumanizada" y los "déficits democráticos" de la sociedad, pero subraya que este movimiento siempre se ha servido de vías pacíficas. El exdiplomático y activista político considera "intolerable" todo intento de "paralización de las instituciones de representación democrática", como el vivido en Barcelona, y recuerda que eso no tiene nada que ver con la resistencia que él propone. "No debemos permitir que algunos grupos, desde dentro o desde fuera del movimiento de los indignados, intenten aprovechar esos hechos para enturbiar el buen fin", añade.

Hessel, cuyo próximo libro, escrito a cuatro manos con Gilles Vanderpooten, sale a la venta en España la próxima semana --se titula ¡Comprometeos!, y en él invita a la participación y la acción a los mismos jóvenes a los que en su anterior obra animaba a indignarse--, se manifiesta esperanzado con que los "indignados españoles" encuentren "su camino para seguir expresando ese compromiso hacia el futuro". Pero este, en su opinión, debe mantener "la misma actitud pacífica y dialogante con que irrumpieron en la escena pública".

PELIGRO DE FRUSTRACIÓN Por su parte, Vanderpooten aseguró ayer que "la indignación por la indignación puede generar frustración; no sirve de nada si no desemboca en algo constructivo. Comprometerse es conjurar el pesimismo, rechazar el determinismo --añadió--. El mensaje de Hessel es optimista, es decir a los ciudadanos que tienen el poder para cambiar las cosas".

El coautor de ¡Comprometeos! realizó estas declaraciones durante una entrevista con la corresponsal en París de El Periódico de Catalunya. Preguntado acerca de su opinión sobre la tentación de caer en la violencia, como sucedió el miércoles en Barcelona, Vanderpooten afirmó que, a pesar de que en ocasiones "acciones contundentes, como sabotear cultivos transgénicos, pueden hacer avanzar el debate", los indignados no deben tomarla con las instituciones y linchar a sus representantes. "La violencia puede desacreditar el movimiento, darle una imagen radical y destruir la esperanza que ha generado", resumió.

El joven escritor --solamente tiene 25 años-- también hizo referencia a la necesidad de reformar el sistema político tal y como está planteado en la actualidad. "El modelo basado en los partidos políticos está superado, igual que la división entre izquierda y derecha. La expresión ciudadana no puede limitarse a poder votar cada cuatro años --añadió Vanderpooten--. El voto no es un cheque en blanco. Lo que más exaspera es el desfase permanente entre los discursos y los actos de algunos gobernantes". Finalmente, Vanderpooten llamó a la juventud a que se mueva: "En la escuela nos formatean para entrar en el sistema. Hay que crear formaciones alternativas no para integrarlo, sino para cambiar el modelo".