El movimiento de los indignados cruza los dedos. La manifestación convocada hoy en varias ciudades de España y en otros países, será una doble reválida para el movimiento del 15-M. En Barcelona se verá si el colectivo logra aislar a los violentos y recuperar la porción de crédito social perdida tras el hostigamiento a los diputados autonómicos del pasado miércoles. En las demás ciudades se comprobará si la indignación conserva, pierde o multiplica la gran capacidad de convocatoria demostrada el 15 de mayo pasado, cuando decenas de miles de personas salieron a las calles de 50 localidades españolas.

En distintas ciudades de España y de Europa los ciudadanos desafectos desfilarán con distintos lemas de denuncia de la injusticia social y la baja calidad de la democracia actual. En Madrid, la marcha arrancará a las dos de la tarde de la plaza de Neptuno para finalizar a las puertas del Congreso de los Diputados. El resto de las manifestaciones se harán mayoritariamente por la tarde.

APOYO DE CCOO Y UGT Los organizadores de la marcha de Barcelona, que saldrá de la plaza de Catalunya a las 17.00 y finalizará en Pla de Palau, han mimado todos los detalles para evitar cualquier altercado. Un grupo velará por evitar la violencia. Y se ha hecho un llamamiento a que la concentración tenga un caracter tan reivindicativo como lúdico. El acto no terminará ante el Parlament como inicialmente se planteó, para evitar que se repitan los sucesos del miércoles.

El apoyo de los sindicatos mayoritarios ha sido bien recibido por los indignados en su afán de conseguir que la convocatoria de hoy tenga un seguimiento significativo. En este sentido, la confianza del colectivo está puesta también en los grupos de indignados de diferentes barrios y ciudades que se desplazarán en manifestaciones hasta la plaza de Cataluña para unirse a la concentración unitaria.

La manifestación se encargará, además, de darse por desconvocada inmediatamente después de la lectura de varios manifiestos --a cargo de representantes de la salud pública, trabajadores de Telefónica, inmigrantes y feministas--, para desvincularse de cualquier altercado que pueda producirse posteriormente. En Barcelona, los indignados y los Mossos d´Esquadra han mantenido contactos para evitar cualquier tipo de incidente. Un indicio más de la voluntad de unos y otros de pasar página. Con todo, los indignados ya tienen en mente un encuentro de asambleas de barrios el próximo día 25.