El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, advirtió ayer a los indignados de que el derecho a la manifestación hay que ejercerlo cumpliendo las reglas de la democracia y tachó de "inadmisible" la intimidación y coacción a las instituciones democráticas.

En una rueda de prensa celebrada en San Petersburgo, sede del Foro Económico Internacional, el jefe del Ejecutivo admitió que la crisis económica que ha generado las protestas es "dura y difícil", pero aseguró que es necesario mantener "la tenacidad de las decisiones" y de las reformas emprendidas por el Gobierno.