A quienes desde el movimiento 15-M piden a las centrales sindicales mayoritarias, UGT y CCOO que convoquen una huelga general, estas les recuerdan que ya convocaron una el 29 de septiembre del 2010 con un objetivo casi idéntico: denunciar que la crisis económica la están pagando los que no la han creado mediante el despido y los recortes sociales. Por eso, más allá del éxito de la petición, los sindicatos hablan de una "coincidencia y convergencia natural" entre sus reivindicaciones y las de los ciudadanos que protagonizaron las manifestaciones del pasado domingo.

La huelga general no se encuentra en la agenda de los dos sindicatos mayoritarios, que prefieren, en este momento, insistir en el diálogo social con los empresarios y el Gobierno aunque debido a los intereses de cada parte no ha sido posible llegar a acuerdos.

Tanto CCOO como UGT examinaron las consecuencias del movimiento 15-M en sus respectivos consejos confederales reunidos ayer. Su conclusión fue similar: cuando el movimiento ciudadano decida sobre la huelga, la valorarán y si hiciera falta convocarla, se hará.