La próxima presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, está dispuesta a imponer unas medidas de ahorro tan drásticas en su región --que incluyen la supresión de buena parte de los órganos consultivos de la autonomía-- que no solo se ha encontrado con el rechazo de la oposición socialista a su plan, sino, además, con el desmarque de algunos relevantes compañeros de partido, como el andaluz Javier Arenas y el gallego Alberto Núñez Feijóo. Así, Arenas aseveró ayer que respeta las decisiones que Cospedal ha anunciado durante su discurso de investidura a fin de reducir el enorme déficit que sufre su comunidad, pero matizando que él no hará nada parecido en Andalucía en caso de ganar las próximas elecciones, por considerar que organismos como el Defensor del Pueblo, la Cámara de Cuentas e incluso la televisión pública vienen marcadas desde el Estatuto y son, por tanto, "intocables".

En nombre del PP gallego se pronunció sobre el tema Pedro Puy, portavoz del partido en la Cámara autonómica. "En Galicia no estamos a favor de eso", dijo.