José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy han tenido este miércoles en el Congreso su enfrentamiento más duro de los últimos tiempos. El líder de la oposición ha sostenido que las previsiones del Gobierno sobre los ingresos del Estado no se estaban cumpliendo, algo que pone en riesgo "el futuro de la economía, la solvencia y la credibilidad" de España. El jefe del Ejecutivo le ha contestado que aunque las cuentas han cambiado por el nuevo sistema de financiación autonómica, esas previsiones se están cumpliendo en un 99% --los ingresos hasta abril de este año han sido de 63.350 millones de euros, lo que supone un 4,1% más de los ingresos en el primer trimestre del 2010, ha dicho--, y ha concluido que su rival "intenta dañar la credibilidad" de España con la "mentira". Hablaban de cosas distintas. Rajoy, de la recaudación de los distintos tributos, menor de lo anticipado. Y Zapatero, de los ingresos totales del Estado. En una Cámara baja rodeada de policías debido al grupo de unos 200 indignados que se han concentrado ante sus puertas, las preguntas sobre el 15-M han llegado por primera vez a la sesión de control. El republicano Joan Ridao le ha pedido al vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba que explique qué "medidas concretas" iba a tomar el Gobierno "para dar respuesta al malestar ciudadano". "A los llamados indignados hay que respetarles -ha contestado Rubalcaba-, no instrumentalizarles, no demonizarles ni regalarles los oídos; escuchar sus propuestas aunque algunas sean contradictorias entre sí, reflexionar sobre las causas del movimiento y, por último, reforzar las instituciones democráticas". Y, por último, en lo que será una constante de la estrategia del PP mientras Rubalcaba compatibilice sus cargos en el Gobierno -vicepresidente, ministro del Interior y portavoz- con su candidatura socialista a las próximas generales, la portavoz de los conservadores, Soraya Sáenz de Santamaría, le ha dicho que antepone su "ambición" a su "obligación". "El Gobierno no puede ser la plataforma electoral de nadie" -ha señalado la dirigente popular-. Pero usted no se va, porque sabe que después de 30 años de carrera política, cuando usted se vaya será para no volver. Señores del grupo socialista, tanto que nos decían: ''Que viene Rubalcaba, genio y figura''. Sí, sí, será genio y figura, pero solo hasta la candidatura". "Me encantaría que me dijera de dónde procede el principio por el que los presidentes que son candidatos no deben dimitir, como Aznar, Rodríguez Zapatero, González o Aguirre, y los vicepresidentes sí" -le ha respondido Rubalcaba-. "Miren, ustedes se han pasado la legislatura sesteando. Ustedes no trabajan. Bueno, usted sí trabaja. Usted memoriza sus intervenciones, lo cual le debe dar bastante trabajo. Y ahora lo que quieren es que yo tampoco trabaje". Ambos han cosechado grandes aplausos de sus respectivos grupos.