Salvo que Cayo Lara logre in extremis que sus tres diputados en el Parlamento extremeño cambien de opinión y voten en contra de la investidura del candidato popular, el 7 de julio José Antonio Monago se convertirá en presidente de la Junta de Extremadura y en la oveja negra del PP, ya que será el único presidente autonómico de esta fuerza política cuyo discurso tendrá tintes de centroizquierda. Pero Monago cuenta con las bendiciones de su pastor político, Mariano Rajoy, para protagonizar ese giro de estrategia forzado desde IU, la organización que está dispuesta a llevar a Monago al poder con tal de echar a los socialistas de las instituciones.

Así las cosas, Monago estuvo ayer en Madrid para reunirse con Rajoy y explicarle, de primera mano, cuáles son las concesiones que está dispuesto a hacer a IU con tal de garantizarse la presidencia extremeña: sin paños calientes anunció que guardará en un cajón la propuesta del PP de suprimir el impuesto de sucesiones e, incluso, que piensa enarbolar la bandera de la progresión fiscal para castigar a los que acaparan grandes rentas gracias a la especulación.

EQUIPO DE INDEPENDIENTES Por sorprendente que pueda parecer, ese planteamiento ha sido aprobado por el presidente de los conservadores, según explicó Monago a los periodistas. Un Gobierno como el extremeño, debe pensar el líder popular, bien vale tomar prestado de forma coyuntural un ideario ajeno. Por lo tanto, si Monago es elegido presidente en julio, se limitará a "modular" el impuesto de sucesiones (pese a las patadas dialécticas que le dio durante la campaña electoral a ese tributo) y reclamará --la competencia sobre patrimonio es del Ejecutivo central-- públicamente más impuestos para los ricos.

Lo que sí garantizó ayer a Rajoy es que auditará las cuentas de la comunidad autónoma e impulsará el adelgazamiento de la Administración. Para empezar, ha diseñado un Gobierno con siete consejerías (consultó los nombres con su jefe nacional) en el que, además de dirigentes populares, se integrarán independientes. Asimismo, Monago piensa rodearse de un equipo de confianza formado por "no más de 10 personas", y dar oportunidad a universitarios con expedientes brillantes para que se incorporen a su Gabinete si lo desean. También tiene en mente dar entrada a la iniciativa privada en áreas como la agricultura y, a petición de IU, la revisión de la ley electoral, para que sea más fácil obtener diputados en la Cámara regional.

Monago confía, pues, en que Izquierda UNida no haga una pirueta final --"son gente de palabra", dijo-- y ser un presidente con carnet del PP y salvoconducto de la izquierda. Difícil papel.

SIN ESTRATEGIA En las últimas horas se ha extendido la idea de que la dirección federal de lU intentará que sus diputados extremeños varíen la estrategia y fuercen un empate entre el PP y el PSOE en el debate de investidura y, por tanto, la repetición de elecciones. Pero el socialista Guillermo Fernández Vara acla- ró ayer en Twitter. "Extremadura tendrá elegido presidente en julio", aseguró.

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