Garikoitz Aspiazu Rubina, Txeroki, se negó ayer a declarar y a ser defendido en la Audiencia Nacional. Se le acusa de haber enviado en el 2002 un paquete bomba al presidente del Grupo Correo, Enrique Ybarra. "No reconozco vuestra legitimidad. No participo en este espectáculo", aseguró en euskera, tras haber desobedecido dos veces la orden de la presidenta del tribunal, Ángela Murillo, de ponerse en pie para declarar, tras lo que la jueza le envió al habitáculo blindado.

"Ahora ya, si quiere, puede estar sentadito lo que quiera", le espetó Murillo cuando la policía le acompañó a la pecera.

El fiscal Pedro Rubira, que ha mantenido su petición inicial de 15 años de cárcel para el exjefe militar de ETA por un delito de asesinato terrorista en grado de tentativa, dejó constancia de las preguntas que iba a hacer, mientras que su abogada defensora no hizo ninguna "por expreso deseo" de Aspiazu.