El Consejo de Ministros abordará este viernes si mantiene el límite de velocidad en autovías y autopistas en 110 kilómetros por hora, decisión que justificó en su día para contribuir al ahorro de carburante, o vuelve al límite de 120 km/h. Esta medida se tratará un día después de que la Agencia Internacional de la Energía (AIE) liberara 60 millones de barriles de petróleo al mercado para compensar las interrupciones de suministro procedente de Libia, que han encarecido el precio del crudo, según anunció el jueves Nobuo Tanaka, director ejecutivo del organismo participado por 28 países, entre los que figura España. Esta decisión será también ratificada por el Consejo de Ministros. El Gobierno aprobó fijar en 110 km/h el límite de velocidad máxima en autopistas y autovías el pasado 25 de febrero dentro de un plan de ahorro energético cuyo objetivo era reducir el consumo español de petróleo, encarecido como consecuencia de la crisis en los países del norte de África. La medida está en vigor desde el 7 de marzo y estaba previsto que durara hasta el 30 de junio, aunque el Gobierno dejó la puerta abierta a una posible prórroga de la misma. Distintos miembros del Ejecutivo han defendido los efectos positivos que está teniendo la reducción de la velocidad máxima. Entre ellos, el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, que subraya que el ahorro que se deriva de la reducción de la velocidad máxima "está siendo enorme, más de lo esperado". En concreto, el ministro asegura que se han ahorrado unos 200 millones de euros y que se han consumido 2,1 millones de barriles de petróleo menos. Los países miembros de la AIE han acordado liberar dos millones de barriles por día de sus reservas de emergencia durante un periodo inicial de 30 días por considerar que una mayor tensión en el mercado del crudo amenaza con minar la frágil recuperación económica global. EEUU libera la mitad de la cantidad total, 30 millones de barriles. Según la AIE, el efecto de dichas interrupciones en el suministro se ha vuelto cada vez más pronunciado y el incremento estacional en la demanda de refino esperado para este verano acentuará aún más sus efectos sin medidas compensatorias. Para el director de la AIE, esta acción "contundente demuestra el firme compromiso de la organización de asegurar un correcto suministro y un aterrizaje suave para la economía global". La AIE estima que la situación en Libia ha restado 132 millones de barriles de crudo ligero de los mercados hasta finales de mayo. A pesar de que existen grandes incertidumbres, los analistas generalmente coinciden en que los suministros de Libia permanecerán fuera del mercado durante el resto del año 2011.