Ya no es solo el PP el que presiona a Alfredo Pérez Rubalcaba para que abandone el Gobierno. Varios altos cargos del PSOE han pedido al vicepresidente primero, ministro del Interior y portavoz del Ejecutivo que deje las tres carteras y se dedique a tiempo completo a hacer campaña y a tratar de mitigar el descalabro que todas las encuestas auguran a su partido en las elecciones generales.

Las presiones, hasta ahora privadas, saltaron ayer a la luz pública cuando el expresidente Felipe González recomendó a Rubalcaba, con una contundencia inusitada, que deje "ya" todos los cargos en el Gobierno para dedicarse a la candidatura. Es una opinión que también le han expresado, con más discreción, otros dirigentes como el presidente del Congreso, José Bono.

González recordó, además, su tesis de que al PSOE le conviene convocar elecciones cuanto antes, aunque ese interés, reconoció, no es el del país. "Si se pueden continuar las reformas pendientes y se aprueban unos presupuestos coherentes con esas reformas, a España le conviene agotar la legislatura", dijo en un desayuno organizado por Europa Press y Farmaindustria.

El consejo del expresidente, que forma parte del círculo de confianza del ministro Rubalcaba, encontró una respuesta de igual rotundidad en el número dos del Ejecutivo. "Agradezco que todo el mundo me dé consejos, pero que se los ahorren, porque en este caso sé muy bien lo que tengo que hacer y cuándo tengo que hacerlo", respondió el vicepresidente en una rueda de prensa, ayer, al mediodía.

MINISTERIO DEL INTERIOR Hasta ahora, Rubalcaba solo ha mostrado su disposición a abandonar la cartera del Ministerio del Interior, porque considera "obvio" que, como candidato, no puede encargarse de la organización del proceso electoral, una tarea que se hace precisamente desde ese departamento. Fuentes de su entorno creen que también debería dejar el cargo de portavoz del Gobierno porque, estratégicamente, le dificulta su labor como candidato a las generales, al verse obligado a tener que defender --como mínimo cada viernes, tras la reunión del Consejo de Ministros-- la labor del Ejecutivo y sus medidas, a menudo bastante impopulares.

Más peliaguda es la decisión de dejar la vicepresidencia del Gobierno. El poder que ostenta como número dos, presidiendo en ocasiones el encuentro del Consejo de Ministros si está de viaje el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la proyección pública que le permite --más flexible que la de portavoz y que acarrea un desgaste menor--, son dos razones que hacen dudar a Rubalcaba sobre la idoneidad de abandonar el cargo, según fuentes de su entorno. Estas decisiones dependerán, explican fuentes gubernamentales, de cuándo se celebren las elecciones generales. Si los comicios no se adelantan a otoño, como ayer volvió a reclamar González, y se celebran en marzo del año que viene, que es cuando tocan, Rubalcaba pasaría demasiados meses sin el trampolín que supone estar dentro del Gobierno.

El grupo socialista está convencido de que el Ejecutivo cuenta con apoyos parlamenta-