Al igual que en las declaraciones que llevaron a cabo el jueves justo después del comunicado de ETA, los candidatos del PSOE y el PP, Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy, se mostraron ayer de acuerdo en lo que hay que hacer, y sobre todo cuándo hay que hacerlo, en relación a la nueva situación que se presenta tras el anuncio de la banda. Ni la política antiterrorista ni la penitenciaria, señalaron ambos, entrarán en la campaña electoral. Ambas materias, coincidieron, se abordarán después de los comicios del 20 de noviembre.

"De aquí al 20 hay que mantener la política antiterrorista, y a partir del 20, tranquilamente, el conjunto de los partidos reflexionaremos sobre qué cambios hay que hacer. Este es un tema que no debe estar en la campaña", dijo el candidato socialista en TVE. Por el momento, continuó, "todo sigue igual": la Policía Nacional y la Guardia Civil siguen "haciendo su trabajo", y si un miembro de ETA es detenido, el juez lo enviará a prisión, porque existe el delito de colaboración o pertenencia a banda armada.

PALABRAS TRANQUILIZADORAS Rubalcaba tuvo palabras tranquilizadoras. A juicio del exministro del Interior y, por lo tanto, uno de los principales responsables de la situación de debilidad que ha llevado a la banda a dar este paso, ETA "no tiene riesgo de escisión interna", porque "es una organización peque-

ña y, si ha tomado esa decisión, es porque ha decidido dejarlo".

Rajoy, por su parte, volvió a situarse en contra de las tesis del ala dura de su partido, crítica con el comunicado de la banda. "Por primera vez en 40 años, ETA ha dicho que cesa en su actividad criminal --señaló en la COPE--. Eso es un dato positivo. Eso no ha ocurrido nunca. Y nunca es nunca. Desde que ETA existe".

Uno de los argumentos del candidato del PP para aparcar los hipotéticos cambios en política antiterrorista y penitenciaria hasta después de la cita electoral es que no conviene hacerle el juego a la izquierda aberzale. No se puede hacer "la campaña electoral a Bildu", subrayó, porque "lo triste sería que, tras verse obligados a un cese definitivo de la violencia, encima subieran en votos y tuvieran buena representación". "Lo que hagamos tras del 20-N yo no lo he hablado con nadie, ni con el presidente del Gobierno. La hoja de ruta es el Estado de derecho. No hay nada que negociar", concluyó.

ACERCAMIENTO DE PRESOS En este sentido, el presidente de los populares vascos, Antonio Basagoiti, abogó ayer, matizando lo que pareció apuntar el día anterior, por no plantear el acercamiento de los presos de la banda hasta que esta haya dejado por completo de existir. "Primero, que ETA desaparezca, que entregue las armas, que haya toda las garantías de que no va a existir nunca más. Luego se tendrá que aplicar la ley. Esa es mi posición y no ha cambiado", señaló.

Así se lo transmitirá en su próxima reunión al socialista Patxi López, a quien los conservadores apoyan en Euskadi. Basagoiti también avanzó que su intención es trasmitir al lendakari su posición de "exigencia" y "optimismo". Para él, hay que seguir trabajando para asentar la convivencia, pero sin precipitarse ni dar "pasos en falso".