La conmemoración del aniversario de la aprobación del Estatuto vasco de autonomía, por primera vez con carácter de fiesta oficial como Día de Euskadi, ha servido para poner de relieve las diferentes existentes entre los partidos nacionalistas y los que no lo son respecto a esa norma.

La festividad se ha celebrado también de distintas formas. El lendakari del Gobierno vasco, Patxi López, ha ofrecido una recepción oficial a la que han asistido numerosos cargos institucionales y de partidos no nacionalistas, ya que los representantes de formaciones como el PNV o Bildu no secundan, como partidos, esta conmemoración instaurada el día de la aprobación del Estatuto de Gernika.

El PNV ha optado por convocar un acto propio en Gernika, en el que ha participado su presidente, Iñigo Urkullu, y otras formaciones como Bildu en la diputación de Guipúzcoa, han continuado con su actividad normal, ignorando la festividad. Las diferentes convocatorias han servido para expresar visiones diferentes del autogobierno vasco.

López ha dicho que la derrota del terrorismo de ETA es "también la victoria" del autogobierno y del "gran acuerdo", el Estatuto, que lo hizo posible. La organización terrorista, ha agregado, "se va, pero se quedan las instituciones de autogobierno que el Estatuto ha alumbrado".

Asimismo, ha destacado que este año el Día de Euskadi "ha traído de la mano la libertad", porque se ha derrotado al terrorismo a pesar de haber tenido que pagar "un alto precio por ello". Por esto, ha recordado a todas las víctimas del terrorismo, a las víctimas "que no se resignaron" y a las familias de las víctimas que, "con tesón, han mantenido la dignidad sin caer en la venganza".

El acto ha servido además para la entrega de las distinciones que anualmente concede el Gobierno vasco. El exlendakari Carlos Garaikoetxea ha recibido la Cruz del Árbol de Gernika, la máxima condecoración que concede el Ejecutivo autonómico.

Garaikoetxea, cuyo partido, EA, se integra actualmente en Bildu, ha recordado que cuando se aprobó el Estatuto de Gernika se eligió el "camino político que había que elegir para afrontar los retos", pero ha considerado que 32 años después ese camino "se ha tornado angosto", por lo que, a su juicio, hay una "necesidad de ensancharlo hasta los límites que marque la voluntad del pueblo", con el límite del respeto a los derechos humanos.

En Gernika, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, ha proclamado que en el 2015, al término de la próxima legislatura en las Cortes Generales, se refrendará un nuevo "acuerdo constituyente para la nueva Euskadi en paz y libertad" que permita el "acomodo" del pueblo vasco "en los estados francés y español".

El dirigente nacionalista ha abogado por "un consenso de amplia base" que "dé pie a una nueva formulación jurídico-política que respete los derechos de la mayoría y de la minoría" y resuelva "el encaje del pueblo vasco en los Estados francés y español, así como en el nuevo proyecto europeo". Urkullu ha explicado que el Estatuto aprobado en 1979 fue para el PNV, "una escala del viaje a la libertad del pueblo vasco" y ha asegurado que el marco estatutario "ha sido violentado e ignorado por los Gobiernos que se han sucedido en España".

Dirigentes de las tres formaciones que integran Bildu, la izquierda aberzale, EA y Alternatiba, han comparecido en rueda de prensa y han asegurado que ellos "no tienen absolutamente nada que celebrar". Los dirigentes de Bildu han abogado por "un nuevo marco jurídico-político, que ha de contar con el respaldo mayoritario de la sociedad vasca libremente expresado" y que será, según han asegurado, "el más democrático que haya conocido este país".

El Gobierno de la Diputación de Guipúzcoa, integrado por Bildu, ha trabajado este martes con total normalidad y ha reunido, como es habitual, a su consejo de diputados. También Aralar ha considerado que la festividad es el "reflejo en el calendario de tiempos ya superados" y ha reclamado nuevos acuerdos que "recojan el derecho a decidir como un primer paso hacia la autodeterminación". El sindicato abertzale LAB ha asegurado que ha trabajado con normalidad y ha insistido en que en esta fecha "la clase trabajadora vasca no tiene nada que festejar".