Miles de personas tomaron ayer la calle para apoyar a las víctimas del terrorismo y solicitar un final de la violencia sin concesiones en el que haya "vencedores y vencidos". Aunque la concentración fue visiblemente menos numerosa que las que se realizaban contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero durante el último proceso de paz, puso de manifiesto que las familias de los más de 800 asesinados por la organización terrorista, así como un sector del PP, con apoyo de la derecha mediática, van a poner contra las cuerdas a Mariano Rajoy si gana las elecciones y decide adoptar el mínimo gesto con los simpatizantes de ETA para consolidar la paz en Euskadi.

Rajoy ya ha tenido que recurrir a los ejercicios de equilibrismo que le caracterizan para reconocer que el comunicado de ETA en el que anuncia el cese de la violencia es una "buena noticia", sin dañar al mismo tiempo a las víctimas, con las que se ha alineado en multitud de ocasiones, y al sector más duro --aunque minoritario-- de su partido, que secunda la tesis de que el anuncio de la banda es una muestra de la negociación encubierta entre el Ejecutivo de Zapatero y los terroristas.

NEGOCIACIÓN ENCUBIERTA Por ejemplo el portavoz del grupo Popular en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, llegó ayer a la concentración con el discurso de que el comunicado etarra es el "desenlace de un proyecto pactado" con el Gobierno con el objetivo de presidir el País Vasco y desde allí "lanzar un desafío a España". Carlos Iturgaiz, Cayetana Álvarez de Toledo y algunos integrantes del ejecutivo madrileño, que preside Esperanza Aguirre, también asistieron a la protesta, así como un hombre de confianza de Rajoy, el presidente del comité electoral nacional, Miguel Arias Cañete, a quienes ciertas quinielas colocan como próximo ministro.

Cañete fue más suave que Mayor Oreja y simplemente apuntó que asistía a la concentración porque su partido "tiene una larga trayectoria" de apoyo a los damnificados por el terrorismo. Cañete garantizó que si los conservadores salen triunfadores en los comicios del 20-N aplicarán las normas constitucionales "que establecen claramente un marco de convivencia en el que no caben las concesiones políticas que algunos quieren".

Precisamente Rajoy se reunió esta semana con Ángeles Pedraza, presidenta del colectivo mayoritario, la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) y le aseguró que no le temblará la mano a la hora de aplicar la ley a los terroristas. Pero las leyes españolas permiten la flexibiliza-