La decisión se tomará mañana, y el PP sigue empeñado en el no, pero ahora, con la ley en la mano, Amaiur podría formar grupo en el Congreso. La coalición aberzale, que logró siete diputados el 20-N, recurrió ayer a una artimaña para lograr representación propia en el hemiciclo. Suena a paradoja, pero gracias a la incomparecencia de uno de sus dirigentes, Amaiur está más cerca de tener un asiento en la comisión de secretos oficiales, así como más tiempo para sus intervenciones y más capacidad para presentar iniciativas en la Cámara baja y para interpelar al Gobierno.

Todo es bastante enrevesado. El reglamento del Congreso prescribe que, para lograr grupo propio, si no ha obtenido 15 o más diputados, una fuerza debe haber alcanzado el 5% de los votos en todo el Estado o el 15% en las circunscripciones donde se presentó. Amaiur consiguió este último porcentaje en las tres provincias de Euskadi, pero no en Navarra, de donde procede uno de sus siete parlamentarios. Solución: José Ramón Sabino Cuadra, el diputado navarro, no se presentó ayer a la constitución de las Cortes --"motivos personales", alegaron los aberzales--, permitiendo así que los seis parlamentarios restantes cumplieran con el requisito. La idea es que Sabino se incorpore después, cuando el grupo ya esté formado.

REALIDAD ELECTORAL O no, porque el PP, cuyo electorado vería con malos ojos que Amaiur tuviese esa representación, sigue sosteniendo que la coalición estaba incapacitada para lograrla. Su portavoz, Alfonso Alonso, tachó la maniobra de "finta" y sostuvo que los aberzales, al ocultar su "realidad electoral", reconocían que no se hallan en condiciones de lograr el grupo.

El popular señaló que la decisión definitiva no era de su partido, sino de la Mesa del Congreso. Pero en esta, el PP tiene mayoría. El organismo fallará mañana (día en el que el Rey recibirá al portavoz de los aberzales, Mikel Errekondo) y, si rechaza que Amaiur conforme grupo, la coalición tiene hasta el día siguiente para recurrir. El lunes, la junta de portavoces debería hacer un informe, y la Mesa, después, tomaría la decisión definitiva.