Dos días después de que el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, anunciara que Iñaki Urdangarín no participará más en los actos de la Corona, un miembro de la familia real utilizó por primera vez la palabra para distanciarse simbólicamente de la actuación poco "ejemplar" que, según la Zarzuela, ha tenido el esposo de la infanta Cristina. Por supuesto, de manera velada, como impone el protocolo regio. El príncipe Felipe dejó marcados ayer en Barcelona los criterios y valores que deben regir toda actividad empresarial, subrayando que las ambiciones, si bien pueden ser legítimas, deben basarse siempre en la honestidad y la transparencia. El Heredero advirtió de que servir al interés general es una causa que compete a todos y que no puede supeditarse en ningún caso a recompensas personales.

Ante el terremoto de mayor magnitud al que ha tenido que hacer frente la jefatura del Estado, en tanto que la ejemplaridad es uno de los sustentos imprescindibles de cualquier monarquía del siglo XXI, Felipe quiso defender la continuidad de esta institución, reivindicando su condición de heredero del Rey, pero también defendiendo que la Corona tiene la obligación de "adaptarse y adecuarse a los tiempos que vivimos en cada momento". Un deseo "firme y permanente" que Felipe compartió con los patronos de la Fundación Príncipe de Girona, que ayer se presentó oficialmente en la capital catalana.

RIGOR Y SERIEDAD El ejemplo de esta entidad, dirigida a impulsar iniciativas sociales y a promover la educación y la formación de la juventud, le sirvió a Felipe para trufar su intervención de referencias al rigor, la seriedad, la coherencia y la honradez en las iniciativas profesionales. Un llamamiento que se enmarca en el esfuerzo de la máxima institución española de hacer cicatrizar cuanto antes las heridas causadas por la relación del Instituto Nóos, que fue presidido por Urdangarín, con el caso Palma Arena.

El Príncipe, que habló en catalán durante buena parte de su discurso, remarcó que la crisis económica refuerza la obligación de "asumir responsabilidades más grandes cara a los demás", por lo que emplazó a la sociedad, y en especial a empresas y entidades, a "aportar esfuerzo, talento e imaginación al interés común". Una contribución que, defendió, debe ser altruista y alejarse de contrapartidas individuales. "Sin esperar más reconocimiento que la propia satisfacción de contribuir, en este caso, a mejorar la vida y las expectativas de los jóvenes", afirmó Felipe tomando como referencia la Fundación Príncipe de Girona. Una organización de la que ensalzó su "ambición honesta y transparente" como el mejor motor para las buenas prácticas cara a la sociedad.

Esta vindicación de la honestidad y la transparencia en el trabajo por parte de Felipe llega después de que la Casa del Rey anunciase el lunes que publicará en los próximos días cómo ha distribuido el dinero que ha recibido este año de los Presupuestos (8,4 millones de euros), información que no ha dado hasta ahora. El Heredero hizo suyos los principios de la fundación para comprometerse a "servir con dedicación al Estado, trabajar por los intereses generales y promover acciones o iniciativas que sirvan al interés común".

MENSAJE A LA SOCIEDAD "Un compromiso personal inalterable y sin matices. Una tarea a la que dedico mi vida y que forma parte de mis deberes y convicciones", añadió el príncipe de Asturias. De nuevo a partir de la labor de la fundación de la que es presidente de honor, Felipe extendió a la sociedad la necesidad de dotar a la cultura del trabajo de sólidas convicciones: "Valorar las ideas de los demás, respetar sus sentimientos, resolver las diferencias mediante el diálogo y un ánimo constructivo, unido a un espíritu integrador".

El Príncipe se despidió con una famosa cita del historiador Jaume Vicens Vives con la que Felipe trataba de combatir el posible desánimo generado por la crudeza de la crisis, pero que, con ayuda de la hermenéutica, se puede interpretar como un autodesafío de la Monarquía frente a la tormenta de los últimos meses: "Trobarem el pas i la clariana i ens desfarem de la nit i de la boira" (Encontraremos el paso y el claro y nos desharemos de la noche y de la niebla).