El fiscal Anticorrupción Pedro Horrach ha mostrado, durante la exposición de sus conclusiones del juicio por el caso Palma Arena, su "indignación" ante un Jaume Matas "sin escrúpulos" que no asume las consecuencias penales de sus actos tras proceder a un "saqueo premeditado de fondos públicos".

Horrach ha comenzado su contundente alegato de dos horas y media afirmando que el expresidente balear "es un gran gestor, sí, pero no de los fondos públicos, sino de su propia imagen" y le ha atribuido todas las decisiones relacionadas con los pagos supuestamente fraudulentos al periodista que le escribía los discursos, Antonio Alemany.

Ha rebatido la estrategia de defensa de Matas, quien se desentendió en el juicio de toda responsabilidad alegando que él solo tomaba las decisiones políticas, y ha asegurado que el expresidente "ha seguido la línea esperada en estos casos" con una "puesta en escena bien aprendida".

"Me equivoqué"

Este montaje consiste, según el fiscal, en argumentar que el también exministro confiaba en su equipo y no tramitaba nada. "En conclusión, el presidente no responde más que ante sí mismo", ha resumido. En este momento, Horrach ha afirmado: "Quiero hacer un inciso. Confesar que me equivoqué, cometí un error imperdonable durante el interrogatorio del señor Matas, no el único, pero sí importante: no le pregunté si, de hecho, fue presidente de la Comunidad durante la legislatura 2003 a 2007, porque de sus respuestas lo único que cabe concluir es que era una pura figura simbólica".

Se ha referido al "hágase famoso" que Matas dijo al juez de instrucción del Palma Arena en su declaración de marzo del 2010 y que, según el fiscal, parece no llevar aparejada ningún tipo de responsabilidad penal. Ante ello, ha mostrado su "indignación", no solo "por el saqueo premeditado de fondos públicos, tantas veces impune", sino por "ver cómo, sin escrúpulos, no se asumen las consecuencias penales derivadas de sus propios actos, no solo frente a sus ciudadanos, sino frente a los subordinados que tan fielmente le sirvieron".

Otro de los motivos por los que se ha mostrado indignado es por cómo "se utiliza descaradamente a empresarios que, ante la disyuntiva de hacer el favor al presidente o bien quedarse en la indigencia en la contratación pública, tan jugosa económicamente, optan por cumplir los deseos del presidente", en referencia a uno de los acusados, dueño de una empresa que sirvió para encubrir los pagos a Alemany.

"Romper las pantallas"

Horrach ha apelado a una historia "sencilla", la de retribuir "bajo mano" a Alemany sus discursos a Matas, en contraposición con las "dificultades" de "romper las pantallas" que los cargos públicos levantan para ocultar sus delitos y que se convierten en algunos casos, ha remarcado, en "barreras casi infranqueables" debido a la cantidad de cargos y funcionarios que participan en ellas.

Respecto a Alemany, ha recordado sus palabras en su declaración como acusado de que es un periodista "rabiosamente independiente", pero ha añadido que en realidad lo es "excepto del dinero y del poder". Para Horrach, la responsabilidad de Matas en los hechos enjuiciados es clara, puesto que solo pudo ser él quien ordenó elaborar un concurso "totalmente ficticio" para retribuir con unos 4.000 euros mensuales sus discursos, quien estuvo detrás del contrato menor de 11.500 euros que se le concedió como "propina" y también de la subvención de 450.000 euros que se le dio para fundar una agencia de noticias.

"No es posible", ha dicho, que no supiera nada de estos contratos y de que se hacían de forma irregular, ya que, según ha recordado, es un gran conocedor de los procedimientos de contratación pública, los cuales "han saltado por los aires" en este caso.

Horrach ha acabado su alegato con una frase inspirada en las noticias sobre el naufragio del crucero Costa Concordia en Italia cuando ha afirmado: "Resumiendo lo que pasó: el señor Matas y el señor Alemany se cayeron en una lancha que casualmente pasaba por allí".

El Juzgado ha acordado, a petición del Banco de Valencia, suspender la subasta prevista para este miércoles de la principal vivienda del expresidente del Govern Jaume Matas, popularmente conocida como palacete, así como de otras dos fincas, según han informado en un comunicado el Tribunal Superior de Justicia de Baleares.