Los líderes políticos han quemado esta noche sus últimos cartuchos de la cita electoral autonómica del próximo domingo con sendos mítines en Sevilla, subrayando una vez más la importancia que ambas formaciones dan a la comunidad andaluza en la tercera convocatoria con las urnas en menos de un año.

El PSOE, que no consigue remontar las encuestas, echó el resto y celebró uno de los pocos encuentros multitudinarios en el que por primera vez en toda la campaña coincidieron el candidato José Antonio Griñán con el secretario general del partido, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el expresidente Felipe González, que han hecho campaña por su lado.

González aprovechó el tirón del que todavía cuenta en Andalucía, que lo sigue recibiendo al grito de "presidente, presidente", para apelar a que Andalucía se convierta en el "foco de resistencia ante la oleada reaccionaria" que supone el PP, y consideró que una victoria socialista en las autonómicas andaluzas servirá de acicate para volver a "reinventar España".

Mientras Alfredo Pérez Rubalcaba apelaba ante 3.000 militantes de Sevilla --el mismo número que le ha escuchado en Córdoba-- a la agenda oculta que supondrá el triunfo de lo conservadores, esbozada ya con los recortes en otras regiones que gobiernan, González defendió que "democracia no es solo alternancia, sino tambibén saber aceptar las derrotas", en alusión a la necesidad de cambio que promulga el PP despues de 30 años de gobierno monocromático. Y defendió que la región "no debe caer en la trituradora del conservadurismo, que nos quiere meter en la crisis 10 años más".

Más que un cambio

Desde el PP, el presidente del Gobierno Mariano Rajoy insistía ante 7.000 personas en la "histórica" cita del domingo porque, dijo, la alternancia es sana. Y en el caso de Andalucía, apuntó que el cambio "es mucho más que un cambio de gobierno, supone dejar atrás el miedo y mirar hacia adelante para que Andalucía salga de la cola y se ponga de las primeras de España".

"También es pasar de un gobierno de escándalos a otro que dé ejemplo", dijo para referirse a la corrupción, que con el caso de los ERE ha estado presente en toda la campaña.Y ha querido ridiculizar al candidato socialista, José Antonio Griñán, dando a entender que había coincidido con sus compañeros Felipe González y Alfredo Pérez Rubalcaba en el AVE y "comparto la opinión que tienen" sobre el líder andaluz.

La anécdota del cierre de campaña la ha protagonizado el insistente fallo de sonido en el mitin del PSOE que ha acallado hasta dos veces el micrófono de Rubalcaba y perdió calidad definitivamente a mitad del discurso de González. Instantes antes, la secretaria de organización del PSOE-A, Susana Díaz, había interpretado como "mal fario" para sus oponentes politicos el apagón que, dijo, se había producido en el mitin del PP.