El Palacio de la Zarzuela ha anunciado la cancelación del viaje que la Reina Doña Sofía preveía realizar el próximo 18 de mayo a Londres para celebrar los 60 años de la Coronación de Isabel II.

A través de un SMS a los medios de comunicación, Zarzuela informa de que el Gobierno ha considerado "poco adecuado que en las circunstancias actuales" Doña Sofía asista al almuerzo que Isabel II y el duque de Edimburgo ofrecerán a miembros de monarquías de todo el mundo para conmemorar la efeméride.

La cancelación del viaje se debe a los últimos roces con Reino Unido por Gibraltar. La semana pasada el Ejecutivo protestó por la programada visita del Príncipe Eduardo, hijo menor de Isabel II, a Gibraltar, a lo que se ha unido en las últimas horas la ruptura de las negociaciones entre pescadores de la Bahía de Algeciras con el Ejecutivo del Peñón.

El nuevo Gobierno gibraltareño de Fabian Picardo ya no permite a los pescadores españoles que faenen dentro de las aguas que el Peñón reclama como propias tal y como venían haciendo en los últimos años, en virtud de un acuerdo de 1999.

Los pescadores, con el visto bueno del Gobierno español, tienen previsto salir a faenar de cualquier modo, por lo que en las próximas horas se podría producir un choque con la Policía gibraltareña que acabe con la detención de alguno de ellos, lo que generará un nuevo conflicto diplomático.

La banda de Gibraltar

A estos dos motivos, se une la decisión de que la Banda de Música del Regimiento de Gibraltar vaya a tocar en uno de los actos que se celebrarán en Londres para conmemorar el jubileo de Isabel II, algo que España ve como un nuevo agravio.

La semana pasada el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, descartó que el viaje de la Reina a Londres se viera afectado como consecuencia del malestar español ante la proyectada visita del Príncipe Eduardo y su mujer, Sophie Rhys-Jones, al Peñón del 11 al 13 de junio próximos.

El jefe de la diplomacia española indicó que el desplazamiento de la Reina a Londres era de carácter "absolutamente privado" --por su condición de miembro de la realeza-- y por tanto el Gobierno tenía "pocas cosas que decir".

Cuando el ministro pronunció estas palabras ante la prensa en los pasillos del Senado, faltaban unos días para que el Gobierno gibraltareño se volviera a reunir con representantes de los alrededor de 300 pescadores españoles que faenan en las aguas que rodean el Peñón. Ayer, tras una jornada de reuniones en Gibraltar, ambas partes dieron por rotas las conversaciones.

España confiaba que Reino Unido llamara al orden a Gibraltar por haber originado este nuevo conflicto con los pescadores, pero tras la reunión de ayer ha quedado claro que ni el Gobierno británico ni el gibraltareño tienen voluntad de evitar nuevos roces.

Con este escenario, había una alta probabilidad de que los acontecimientos empeoraran coincidiendo con la estancia de la Reina en Londres, lo que habría colocado a Doña Sofía en una situación particularmente incómoda.

El Rey también había previsto en un primer momento acudir a Londres para celebrar el 60 aniversario de la Coronación de Isabel II, pero su operación de cadera trastocó los planes, por lo que se decidió que solo la Reina asistiera al almuerzo en el Palacio de Windsor. Doña Sofía no iba a quedarse en cambio, por viajar sola, a la cena que el Príncipe Carlos y la duquesa de Cornualles ofrecerían esa misma tarde.