El Gobierno tiene hoy una oportunidad de demostrar que está decidido a hacer todo lo que sea necesario para que las comunidades autónomas, esos entes que Bruselas ve como miniestados despilfarradores, cumplan con sus objetivos de déficit este año. Después de nacionalizar Bankia y de emprender la cuarta reforma del sector financiero, Mariano Rajoy está dispuesto a llegar hasta la intervención si es necesario para que los socios europeos se convenzan --porque no lo están-- de que la mayoría absoluta con la que cuenta le permite enderezar la economía española a base de recortes y reformas.

Esta tarde se reunirán en la sede del Ministerio de Hacienda, en Madrid, los 17 consejeros económicos de las autonomías con el titular del departamento, Cristóbal Montoro. El objetivo de esta cita del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) es aprobar los planes de ajuste que las 17 comunidades han diseñado para cerrar el año con solo un déficit del 1,5% del PIB, una cifra prácticamente inalcanzable para algunas.

MENSAJE AL EXTERIOR Pero el verdadero mensaje que Montoro y Rajoy quieren enviar al exterior, en una semana en la que la prima de riesgo ha superado la barrera de los 500 puntos, es de transparencia total en las cuentas de todas las administraciones y de que cogerán las riendas de cualquier autonomía que no se vea capaz o no quiera hacer los recortes necesarios para cumplir con el compromiso pactado con Bruselas.