El expresidente balear Jaume Matas optó ayer por callar ante el juez José Castro, ratificarse en su anterior declaración y atacar por escrito a los fiscales anticorrupción de Baleares, a los que acusó de discriminarlo en la investigación del caso Nóos. En un escrito remitido a la Fiscalía General del Estado, el abogado de Matas, Antonio Alberca, cuestiona que se haya imputado al exmandatario balear cuando otros políticos de la Comunidad Valenciana y de Cataluña --"esto es, presidente y consejeros"-- que concertaron convenios con el Instituto Nóos solo han sido llamados a declarar como testigos. En el año 2005, el Departamento de Salud de la Generalitat catalana firmó un convenio con Nóos por valor de unos 35.000 euros.

A juicio del letrado, esta "discriminación" responde "a la necesidad de mantener la conexión errónea de la pieza con la causa principal de la investigación el velódromo Palma Arena o evitar que la competencia de la misma se traslade a otra instancia judicial, por el carácter aforado de algunos implicados".

Matas presentó también otro escrito en el que ratificó su declaración de marzo del 2010. Igual que hizo en aquella ocasión, manifestó que "nadie podía tener la menor sospecha de que los responsables del instituto se proponían llevar a cabo actuaciones irregulares en el manejo de los fondos obtenidos por las administraciones públicas".

El exdirigente del PP añadió que, de confirmarse los cargos contra Iñaki Urdangarin, "sería una gravísima deslealtad con quienes confiaron en todo momento en su honorabilidad". En ese sentido, añadió que el duque de Palma era "la mejor garantía para el buen fin de los eventos realizados con su intervención o mediación". Y defendió la legalidad de los proyectos.