Después de cinco meses intensos en los que el Gobierno ha acometido cambios profundos en el sistema laboral, financiero y del Estado de bienestar, el PP admite que hasta ahora solo se "han tocado las parcelas más urgentes" y, dado que el "mercado exterior no responde" --como demuestra el hecho de que la prima de riesgo bata récords--, el Ejecutivo continuará con su "agenda reformista" aprobando cambios "necesarios" viernes tras viernes.

Los planes futuros del Gobierno pasan por aprobar, según fuentes de Génova, "reformas técnicas", por un lado, y "dolorosas", por otro, así como cambios que suponen una mezcla de ambas y que requerirán "mucha mano", como el adelgazamiento del sector público que planea llevar a cabo Mariano Rajoy y que se plasmará en los presupuestos del 2013.

El PP calcula que se debe reducir el peso de los servicios públicos en el PIB estatal del 45% hasta el 35% por una triple vía: privatizando servicios, eliminando duplicidades entre la Administración central, la autonómica y la local, e impidiendo que las administraciones públicas crezcan tanto como hasta ahora.

"El PP considera que genera más riqueza a medio y largo plazo que el sector privado se ocupe" de prestar muchos de los servicios que hasta ahora gestionan las administraciones públicas, admiten fuentes de la dirección del partido. Y basan esta afirmación en que el sector público se ha llevado hasta ahora "una parte de la tarta" del crédito. Es decir, ha dificultado que empresas y bancos puedan financiarse en los mercados exteriores al requerir para sí mismo parte de los préstamos.

Los conservadores admiten que el "redimensionamiento" del sector público acarreará miles de despidos, que de momento se niegan a plasmar en una cifra concreta. Buena parte de estos empleos serán asumidos por el sector privado, pero no todos. "La solución a medio y largo plazo no pasa por una rebaja de salarios de los funcionarios --como ha hecho Andalucía o Catalunya-- sino por recortar el sector", sostienen. "La reforma será costosa, complicada y dolorosa, pero es imprescindible para que las administraciones públicas no sean una distorsión", añaden.

Otras reformas

Además de la reforma en el sector público, el PP coloca entre las reformas "dolorosas" los cambios necesarios para que haya un mercado único, dado que exigirán la modificación de muchas normativas. Por último, Génova vaticina que en los próximos meses el Gobierno acometerá cambios de calado en los sistemas energético y educativo, así como en la administración de Justicia.