El equipo de Mariano Rajoy le restaba importancia, pero era evidente el malestar. El primer ministro italiano, Mario Monti, no había invitado al presidente español a la cumbre sobre crecimiento que organizará en junio en Roma, a la que sí había convocado a la cancellera alemana, Angela Merkel, y al presidente francés, François Hollande. Al final, el domingo (madrugada del lunes en España), Monti invitó a Rajoy, aprovechando el momento de la foto de familia en la cumbre de la OTAN .

En Chicago, el jefe del Ejecutivo se reunió con el premier británico, David Cameron, cita que se centró en la crisis de la eurozona.