No habrá foto de Carlos Dívar departiendo con el Rey. Al menos, no la habrá hoy. El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) dio a entender el sábado a los 21 vocales de la institución que el próximo jueves formalizaría su cese.

Cuanto menos, les aseguró que ese día tomaría una decisión "contundente". Ese compromiso le sirvió para que algunos consejeros retirasen su propuesta de volver a votar sobre su dimisión y, a la vez, le permitió ganar una pequeña batalla: al demorar el desenlace, él sería quien presidiría el acto conmemorativo del bicentenario del Tribunal Supremo, que tendrá lugar hoy en Madrid. Y, encima, todo indicaba que lo haría acompañado del jefe del Estado. Pero Dívar no contaba que la Casa del Rey le aguaría la fiesta ayer al anunciar que el Monarca no asistiría a la ceremonia porque tenía que salir de viaje con destino a Arabia Saudí.

En una decisión improvisada en pocas horas, el rey Juan Carlos partirá hoy hacia la ciudad de Taif, acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, para expresar las condolencias al rey Abdalá por la muerte, a los 78 años, del príncipe heredero, Nayef bin Abdulaziz.

A continuación, viajará a Yeda para dar también el pésame al príncipe Salman bin Abdelaziz, ministro de Defensa, que se perfila como nuevo heredero al trono saudí. Se trata de un viaje relámpago, pero que hará imposible su participación en el acto del bicentenario del Tribunal Supremo, como esperaba Dívar.

¿DISCURSO DE DESPEDIDA? Y no será esta la única ausencia destacada que deberá soportar el jefe de los jueces, puesto que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tampoco asistirá a la conmemoración porque se encuentra en México para participar en su primera cumbre del G-20, el foro que reúne a las veinte principales economías del mundo, entre las que se hallan varios países emergentes, como China, Brasil, India y México.

El príncipe Felipe y la vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, serán las principales autoridades que compartirán los fastos del Tribunal Supremo con el máximo mandatario del CGPJ, quien podría utilizar su discurso para empezar a despedirse del cargo, tal y como vaticinan algunos consejeros del organismo.

AVISO DE MARGARITA ROBLES Precisamente la vocal Margarita Robles, que a lo largo de la crisis de la institución se ha erigido como una de las voces más críticas con Dívar (llegó a pedir su dimisión y pidió comparecer en el Congreso de los Diputados para dar su opinión), lanzó ayer un aviso a los partidos mayoritarios al mostrarse esperanzada en que "nadie desde el poder político quiera tener la más mínima tentación de influir" en el nombramiento del sucesor del presidente del CGPJ, ya que "lo van a nombrar los vocales".

En declaraciones a la cadena SER, Margarita Robles aseguró que una de las razones por las que el anterior Consejo General del Poder Judicial salió "tocado" a la hora de ponerse de acuerdo entre conservadores y progresistas fue que responsables políticos "tuvieron la falta de respeto de decir en su discurso: "Hemos elegido que tal persona sea presidente del consejo".

En su opinión, los miembros del organismo son capaces de consensuar quién debe ser la persona que sustituya al descabalgado Carlos Dívar.