Valentín Lasarte, miembro del sanguinario comando Donosti, rompió con la banda terrorista en el 2009 al aceptar un trabajo en el economato de la cárcel asturiana de Vilabona. Con esta decisión ponía fin a su relación con la banda criminal bajo cuyas siglas perpetró seis asesinatos, entre ellos el del político del PP Gregorio Ordoñez y el del socialista Fernando Múgica.

Este etarra pidió perdón "a los afectados de todos los atentados" que había cometido en un juicio que se celebró el pasado año por una acción terrorista cometida contra el Gobierno civil de Guipúzcoa en 1995.

Asimismo, reclamó que "como piden Sortu, Bildu y toda la sociedad vasca, pido a ETA que se disuelva, que deje la lucha armada". Sin embargo, el juez de vigilancia penitenciaria, José Luis de Castro, no le concede permisos "por su actitud ambivalente" y porque "socialmente", dice, sería difícil de entender.