Malestar en potencia: un 92% de los españoles valoran negativamente el estado de la economía española, dos tercios creen que es peor que hace un año y tres de cada cuatro no tienen ninguna confianza en que mejore en el próximo año. El 75% reconocen que tienen miedo al futuro por culpa de la crisis. Desafección imparable: la situación política es mala o muy mala para el 82% de los ciudadanos y más de la mitad dicen que ha empeorado en los últimos 365 días. Ante semejante cascada de datos negros y a pesar de que la confianza en el PP y el PSOE está por los suelos e insufla energía a las minorías, los entrevistados por el GESOP perciben que un momento tan convulso requiere un tratamiento de choque inédito: un Gobierno de concentración. El 78% de los encuestados quieren que los grandes partidos gobiernen juntos.

El dato quizá más revelador es que esta reclamación es mayoritaria entre los votantes de todos los partidos. Desde luego es la solución para el 78% de los electores del PP y para el 84% de quienes apoyaron al PSOE en las elecciones generales de noviembre pasado. Pero también lo sería para el 79% de los votantes de Izquierda Unida, el 79% de los de UPD y el 75% de los de ERC. Sin dejar de ser un clamor, esta idea gusta algo menos entre los electores de CiU (64%), el PNV (62%) y Amaiur (66%), pero con diferencias bastante cortas.

La reivindicación también concita amplias mayorías en todos los segmentos de población, desde los más jóvenes hasta la gente de más edad, un fenómeno que raramente se produce en un sondeo político. En este, se da en varias preguntas. Por ejemplo, los españoles de todos los perfiles y de todas las preferencias políticas sienten miedo por su futuro a consecuencia de la crisis económica.

Lo cierto es que la idea del Gobierno de unidad no está en la agenda de ningún partido político. Solo el secretario general de CiU y jefe del grupo nacionalista en el Congreso, Duran Lleida, ha planteado en varias ocasiones, la última a principios de este mes, la necesidad de conformar un Ejecutivo de unidad dada la situación de "emergencia" que vive el país y el acecho constante de los mercados, pero sin que este Gabinete se restringiese al PP y al PSOE. Populares y socialistas, pero también el resto de grupos, rechazaron la iniciativa.