Aunque el lendakari, Patxi López, se empeña en asegurar que agotará la legislatura tras la ruptura del pacto con el PP que le llevó al gobierno en Euskadi, todos los partidos políticos vascos se preparan ya para afrontar unas elecciones en el próximo otoño. Que los comicios se hagan en noviembre o en marzo no supondrá, en principio, variación alguna en el complejo escenario electoral vasco, como tampoco lo supondrá la legalización de Sortu, el partido de la izquierda aberzale, que concurrirá, como ya tenía previsto y como hizo en las municipales y en las generales, en coalición con EA, Aralar y Alternatiba, esta vez bajo el nombre EH Bildu.

Las incógnitas se plantean sobre quién conseguirá el mayor número de diputados, si PNV o EH Bildu; quién se hará con la tercera posición, si PSE o PP, y cuál de estos dos últimos partidos políticos prestará el apoyo a Iñigo Urkullu para evitar que el PNV se eche en brazos del aberzalismo radical o que este se haga con el sillón de Ajuria Enea.

De acuerdo con los últimos sondeos --que coinciden básicamente con el Euskobarómetro de noviembre--, la fuerza más votada será el PNV, aunque según alguna encuesta podría empatar en número de escaños con Bildu, ya que cada una de las tres provincias elige el mismo número de diputados, 25, pese a que el censo electoral de Vizcaya es de casi 950.000 votantes; el de Guipúzcoa, de 575.000, y el de Álava, de tan solo 250.000. Esa desproporción en la distribución del voto puede hacer que, aunque el PNV gane con un elevado número de votos en su tradicional feudo de Vizcaya, obtenga allí menos diputados que los que se le auguran a los radicales en su bastión guipuzcoano.

Las opciones que se barajan estas semanas en el PSE le sitúan en la tercera posición y algunos dirigentes socialistas piensan incluso que si en otros tiempos "el voto útil para frenar a ETA era el PSE, ahora el voto útil para frenar a Sortu será el PNV", lo que podría arrebatar votantes tanto a los socialistas como a los populares. Los dirigentes del partido que lidera Antonio Basagoiti también perciben ese riesgo y, sin embargo, no descartan la posibilidad de quedar por encima del PSE, algo que los socialistas rechazan, convencidos de que al PP vasco le pasará factura la política de recortes que lleva a cabo Mariano Rajoy.