El diputado del PSOE por Sevilla Antonio Pradas preguntará este miércoles, en la sesión de control al Gobierno en el pleno del Congreso, a la ministra de Empleo, Fátima Báñez, por la reducción de jornadas mínimas necesarias para que los trabajadores del campo puedan acceder a cobrar el subsidio agrario y la renta agraria en Andalucía y Extremadura. Los socialistas vienen reclamando que a la vista de la actual situación de sequía que afecta al campo andaluz se reduzca de 35 a 20 las peonadas necesarias para acceder al subsidio. De hecho, presentaron una enmienda a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2012 en este sentido, si bien fue rechazada con la mayoría absoluta del PP.

El propio Pradas también ha presentado en la Cámara baja una Proposición no de Ley en la que pide la reducción de las jornadas a la vista de que eventualidad del trabajo en el campo está determinada "muy directamente" por las condiciones meteorológicas y de que cuando se producen circunstancias meteorológicas adversas, como inundaciones o períodos continuados de falta de precipitaciones, hace "imposible" conseguir el número mínimo de jornadas reales para acceder al subsidio o la renta agraria.

Previamente había preguntado por escrito al Ministerio sobre esta reducción pero el departamento que dirige Fátima Báñez condicionó la adopción de esta y tras medidas a la evolución de la sequía que, según reconoció, es meteorológica y "aún no hidrológica".

Tras esta respuesta, Pradas manifestó su malestar porque el Gobierno ha establecido subvenciones financieras para los titulares de explotaciones agrarias "con objeto de paliar los daños producidos en el sector agrario por la sequía" y, sin embargo, no para los trabajadores. "El Gobierno del PP reconoce la sequía para los dueños de la tierra y no para los que la trabajan", ha criticado.

El diputado considera que "estamos en una situación muy grave para los trabajadores del campo" tras el "mayor" descenso de precipitaciones en otoño-invierno "de los últimos 70 años" y ha advertido de que será necesaria una mano de obra mínima que, sumado al gran volumen de trabajadores provenientes de la construcción, hará que la situación en los pueblos sea "insostenible" este verano.