El abogado barcelonés Raimon Bergós ha declarado hoy viernes como testigo ante el juez de Palma José Castro, que investiga el presunto desvío de fondos públicos a través del Instituto Nóos, y ha asegurado que Manuel Romero, conde de Fontau y asesor de la Casa Real, comentó en una reunión con él que Iñaki Urdangarin no podía figurar en los órganos de gobierno de ninguna fundación y, de esta manera, el duque de Palma, aunque fue promotor de la entidad, sólo aparece como presidente del comité asesor en la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social. Esta entidad fue constituida cuando empezó a salir a la luz pública el presunto fraude de Nóos.

Bergós ha afirmado que Romero le dijo a Urdangarin en esta reunión que “hiciera lo que quisiera”, pero que no podía aparecer en los órganos ejecutivos de una fundación. El duque, según fuentes jurídicas, dijo en esa conversación que no entendía porque se le impedía aparecer en entidades de estas características.

La factura de la empresa patrimonial

Bergos declaró ante la policía y ha ratificado hoy ante el juez que el 10 de febrero del 2006 mantuvo una reunión en su despacho profesional con Urdangarin y su socio Diego Torres y que a los pocos días se constituyó la fundación Areté que, al final, no llegó a ponerse en marcha. Posteriormente, el 12 de junio del 2006, se reunió con el asesor de la Casa Real, Manuel Romero, Urdangarin y Torres. El duque de Fontau “expresó su disconformidad con que Urdangarin formara parte de esa fundación”, no entendiendo el duque de Palma “por el cual no podía tener actividades representativas”.

Areté al final se disuelve y se crea en diciembre del 2006 la Fundación Deporte, Cultura e Integración Social. Las directrices las dio Torres y Urdangarin desparece de cualquier órgano directivo y figura en el consejo asesor. La mitad de los honorarios de esta labor fue desembolsado por Aizoon, la empresa patrimonial del yerno del Rey.