El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha advertido al Reino Unido de que "los pescadores seguirán faenando en las aguas donde han pescado siempre" y protegidos por la Guardia Civil, como ocurre desde que empezaron los incidentes con las autoridades del Peñón de Gibraltar. El jefe de la diplomacia española ha pedido no "hacer una historia" del último problema entre una patrullera española y un navío gibraltareño teniendo en cuenta que "el conflicto lleva 300 años" activo.

Margallo ha explicado que este ha sido el mensaje que se le ha trasladado al encargado de negocios del Reino Unido de la embajada en Madrid que ayer fue convocado en el Ministerio de Exteriores casi a la vez que Londres hacía lo miso con el embajador español en aquella ciudad, Federico Trillo. El ministro ha dicho que ambos países deben intentar encontrar "fórmulas para evitar la multiplicación de estos incidentes" que "alteran" la buena relación entre los dos países.

Este último episodio se debe a que una patrullera española "dio el alto a un barco no identificado", que "fue detenido en las aguas en litigio", aquellas cuya soberanía se disputan ambos países. Las aguas en disputa son tres millas náuticas alrededor del Peñón, que el Reino Unido considera suyas, mientras que España, arguyendo el Tratado de Utrecht de 1713, no lo ve así.