El expresidente del Gobierno Felipe González no tiene previsto participar en ningún acto de campaña electoral del PSC en Cataluña, a diferencia de lo sucedido en las últimas citas electorales, según distintas fuentes socialistas consultadas por Europa Press.

Las fuentes han subrayado que su ausencia no obedece a ninguna decisión política, sino más bien a que no ha sido posible compatibilizar agendas. Destacan, además, que el expresidente ha dado entrevistas en medios de comunicación muy valoradas por los socialistas catalanes. Esta tarde presenta un libro en Madrid, precisamente en el centro cultural de la Generalitat.

La ausencia de González es llamativa porque es uno de los oradores con más tirón en los mítines, y especialmente entre los votantes tradicionales del PSC en el llamado 'cinturón rojo' de Barcelona. En las autonómicas de 2010, el expresidente participó en el gran acto central de campaña en el Palau Sant Jordi de barcelona junto al entonces 'president' José Montilla y el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero.

Además, en otras citas electorales recientes ha participado en mítines en la segunda ciudad de Cataluña, L'Hospitalet de Llobregat: arropando a Pasqual Maragall en 2003, en las municipales de 2007 y en las generales de 2011 junto a la cabeza de lista al Congreso por Barcelona, Carme Chacón.

L'Hospitalet será también este jueves el escenario del acto central de campaña del PSC pero, según fuentes de los socialistas catalanes, por el momento sólo está previsto que intervengan el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el candidato y primer secretario del PSC, Pere Navarro.

Presencia de dirigentes del PSOE

Los socialistas catalanes niegan que en esta campaña electoral haya habido menos presencia de dirigentes del PSOE que en otras convocatorias, ya que siempre ha sido muy limitada. En 2010, con la marca PSOE ya en horas bajas, Zapatero estuvo en tres ocasiones en Cataluña; esta vez Rubalcaba también ha participado en tres actos, pero concentrados en dos días y sólo uno de ellos será estrictamente un mitin.

Rubalcaba impartió una conferencia en el Congreso de Empresa Familiar en Barcelona el 12 de noviembre y ese mismo día arropó a Navarro en un acto por el Corredor Mediterráneo en Tarragona. Volverá a Cataluña 10 días después.

Fuentes del PSC subrayan que en Tarragona hubo otros dirigentes del PSOE, en concreto los secretarios generales del PSPV, Ximo Puig y el PSOE murciano, Rafael González Tovar.

Navarro también ha estado acompañado en distintos actos por la secretaria general del PSOE balear, Francina Armengol; el secretario general del Grupo Socialista en el Congreso, Eduardo Madina y el presidente andaluz y presidente del PSOE, José Antonio Griñán, con el que compartió escenario en Santa Coloma de Gramenet en el ecuador de la campaña.

La situación, señalan en el PSC, no es comparable a la de 2010, cuando el PSOE estaba en el Gobierno y podía apoyar la campaña catalana con el desembarco de media docena de ministros. En esta ocasión, Navarro ha contado con el exministro vasco Ángel Gabilondo, el catalán y exalcalde Celestino Corbacho y, en dos ocasiones, con Carme Chacón (en L'Hospitalet y Cornellá de Llobregat).

El PSC, contra la desmovilización

En los días que restan, Navarro tiene el miércoles un debate con los candidatos de CiU y PP, el jueves el gran acto central con Rubalcaba y el viernes cierra campaña con las Juventudes del PSC. En estos tres días, su objetivo será combatir la abstención y movilizar al votante socialista.

Para eso, el mensaje central de los socialistas será presentarse como la única fuerza política que puede frenar tanto los recortes sociales como la "aventura" independentista en que se ha embarcado el presidente de la Generalitat. Así, recalcarán que tanto CiU como el PP apoyan las políticas de recortes y que, enfrente, ERC e ICV entrarán bajo el paraguas independentista de Mas.

En el PSC confían en obtener resultados bastante mejores de lo que vaticinan las encuestas --que apuntan a que el PSC podría quedar por debajo de los 20 escaños, frente a los 28 actuales-- y aseguran que la campaña está muy abierta.

Es más, sostienen que es habitual que el votante socialista decida muy tarde ir a votar, incluso con la campaña ya cerrada, y más aún en elecciones autonómicas. Aseguran, además, que su principal batalla no es contra la fuga de votos a otros partidos, sino contra la desmovilización.

Escándalo en la recta final

Opinan, además, que la campaña no le está yendo bien a CiU, como demuestran las encuestas que no prevén mayoría absoluta para Mas. Los socialistas conceden que la campaña se ha visto sacudida por la publicación en 'El Mundo' de informaciones que vinculan la corrupción del 'caso Palau' con las familias Mas y Pujol, pero no ven un beneficiario claro de esas informaciones.

Y, con escándalo o sin escándalo, argumentan que a medida que avanza la campaña los convergentes se van desgastando, en parte porque Mas es ahora menos 'president' y más candidato batiéndose con otros aspirantes, y en parte porque ya son muchos días manteniendo sus propuestas soberanistas en la indefinición.